Atentado en Bruselas
Ahora más que nunca, o como siempre que actúan estos descerebrados fundamentalistas de religiones mal interpretadas, toca colaborar y buscar la unidad de todas las naciones en la toma de decisiones para encontrar soluciones que paren esta barbarie. Nos equivocaremos, una vez más, si creemos que la solución es que los países afectados directamente por los atentados actúen individualmente con medidas de urgencia. Estos atentados, al igual que los anteriores, nos dañan en lo más profundo a los países occidentales.
Pero no solo, pues los países y religiones en cuyo nombre dicen matar son perjudicados igualmente, ya que son una minoría los que actúan con estas convicciones suicidas y asesinas. Tras la indignación y la rabia, mostremos fortaleza y unidad. Busquemos soluciones justas que nos lleven a convencer, no a sembrar más odio, pues esto es lo que quieren y esperan los asesinos. A estos nunca hay que imitarlos. Hay que detenerlos y juzgarlos.— Antonio Zamora Matilla.
