Vacaciones en el pueblo
Los padres se empeñan muchas veces en vivir a través de sus hijos lo que no pudieron vivir ellos. Por eso, llegadas estas fechas, se empeñan en planificar las “vacaciones ideales”: campamentos de inmersión lingüística, viajes a parques temáticos, cruceros con todo planificado… no es que esto esté mal, pero ¿no es demasiado? Parece que se nos olvida lo que fueron nuestras vacaciones infantiles, esas interminables vacaciones en el pueblo, aquella sensación de libertad que sentíamos al no tener mayor horario que el de las comidas, aquellos veranos inolvidables: baños en el río, juegos con los amigos sin vigilancia, volver a casa sin reloj y grandes aventuras. Creo que para los niños de hoy en día, la generación digital, que ni siquiera queda para jugar con sus amigos ya que puede jugar online, unas vacaciones en el pueblo serían una verdadera desintoxicación.— Beatriz Prieto Alonso.
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