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Tentaciones
mundo friki

Ocho cosas que son 'postureo' según los políticos (y una que no)

La clase política se ha apropiado de un neologismo que hasta hace poco era solo apto para modernos. Hoy en día hay más postureo en el Congreso que en Instagram

Enrique Alpañés

Sucedió este fin de semana, en un auditorio enardecido que jaleaba cada frase. “Vemos oportunismo”, acertaba a decir Alfonso Alonso, ministro de Sanidad en funciones y presidente del PP vasco; “politiqueo”, añadía envalentonado; “postureo”, concluía, afinando aún más el tiro. Esa era la palabra que buscaba, la que mejor definía la situación que quería describir. Una palabra moderna, desenfadada, como muy de esos hipsters que también votan al PP. “Estos son los tiempos del postureo”, confirmaba Alfonso Alonso. Y no podía tener más razón.

‘Postureo’ es un neologismo que describe una actitud que ha estado ahí siempre, pero que se ha acentuado con el uso de las redes sociales. Según la Fundación del Español Urgente “alude a la adopción de ciertos hábitos, poses y actitudes más por apariencia que por convicción” . Esta fundación se apresuró a definir la palabra en 2014, cuando todo el mundo la tenía en boca y su uso se incorporó sin mucho esfuerzo al vocabulario de la juventud. Desde entonces ha caído en desuso entre los modernos de manual para pasar a formar parte del vocabulario político español. Políticos de todos los colores y tendencias se han apresurado a incorporar la palabra a su vocabulario, pero no para criticar la última actualización del Instagram de Pelayo Díaz, ni para hablar de esa amiga que no para de actualizar su Facebook con vídeos de grupos de indie garage de Williamsburg. No, amigos, “eso es postureo” es ya una frase hecha en el mundo de la política, a la altura del “y tú más” o el “dejemos actuar a la justicia”. He aquí diez cosas que, con más o menos acierto, han sido descritas como postureo. Y una que no, definitivamente no lo es.

Negociar para conseguir la investidura es postureo. Mariano Rajoy se debe a su público, así que, aunque no dudó en tildar de “postureo” las reuniones de Pedro Sánchez con el resto de formaciones políticas para intentar conseguir su investidura, hizo una pequeña traducción para aquellos que no estuvieran tan versados en neologismos. “Eso antes se llamaba marear la perdiz”. Gracias por la aclaración.

No negociar para conseguir la investidura es postureo. Más credibilidad tiene Iñigo Errejón utilizando esta palabra (y otras como molongui, chachi, y jope, pero ese es ya otro debate). El caso es que el político de Podemos declaraba en una entrevista con el Huffington Post que su ofrecimiento a Sánchez para formar Gobierno vino muy bien porque “nadie se sentaba a hablar de nada, todo el mundo postureo de cara a la galería” (sic). Puede que el verbo no estuviera muy bien conjugado, pero el mensaje estaba claro. Todo es postureo.

Llevar al bebé al Congreso es postureo. En este caso parece haber unanimidad. Carme Chacón (PSOE), Arantxa Tapia (PNV) y otros muchos políticos y periodistas definieron como postureo el hecho de que la diputada de Podemos, Carolina Bescansa, acudiera al Congreso con su hijo en el primer día de sesión. Incluso sus defensores definieron el gesto como “un postureo necesario”.

No usar el coche oficial es postureo. Eso es lo que opina la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos. Y no un postureo normal, no. La popular describió como "excesivo postureo" la decisión de los miembros de la Mesa de la Cámara de Ciudadanos y Podemos de renunciar al uso del coche oficial. Y es que ya sabemos que a Villalobos le encantan los coches oficiales, aunque sus chóferes no tanto. Y si no, que se lo digan a Manolo.

La campaña electoral es postureo. Un poco lo sospechábamos todos, pero tuvo que venir Guillermo Fernández Vara, un hombre no precisamente discreto, para decirlo bien alto. Una vez pasado el “postureo” de las elecciones, dijo el presidente de la Junta de Extremadura, “hay que hablar para resolver los problemas de la gente”. Bravo.

Los debates son postureo. Hay muchas excusas para no acudir a un debate electoral: que si tienes la agenda muy ocupada, que si Bertín Osborne te ha invitado a su casa y te viene fatal… Sin embargo, la palma a la excusa absurda se la llevó Agustín Hernández, el que fuera alcalde popular por Santiago de Compostela, que rechazó participar en un debate con sus contrincantes porque, al no estar organizado por un medio de comunicación, consideraba que se trataba de mero postureo.

Retirar un busto de Juan Carlos I es postureo. Cuando Ada Colau retiró el busto del rey emérito del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona el resto de formaciones políticas se le echaron encima. Fueron muchos los que consideraron el gesto obsceno, una afrenta, un disparate… Pero fue Miquel Iceta el que se apresuró a usar la palabra de moda. “Es postureo”, aseguró.

Bajarle el sueldo al Rey es postureo. Muchos de los temas relacionados con la corona han sido tildados de postureo en los últimos años, y no, no tienen nada que ver con la afición de la reina Letizia a visitar Malasaña. Fueron el PP y el PSOE quienes rechazaron las enmiendas de IU, ERC y BNG para rebajar la asignación presupuestaria a la Casa Real . Los populares aseguraban que la medida les parecía “injusta y desagradecida”, los socialistas… sí, lo has adivinado, puro “postureo”.

Visitar Extremadura es postureo. Y no porque lo diga Fernández Vara. En esta ocasión fue el popular Juan Parejo el que tildó de “puro postureo electoral” la visita de Elena Salgado a su región cuando era candidata a las elecciones europeas. Ya lo sabes, si este verano quieres dar envidia en Instagram nada de fotografiar tus pies en las playas de Ibiza, el auténtico sumum del postureo está en ir a Badajoz.

La transparencia no es postureo. No sabemos quién le habría dicho lo contrario, pero Rosa Díez, la ex líder de UPyD hacía esta afirmación tajante en los tiempos (¡ah! qué tiempos), en los que se especulaba sobre una posible fusión con Ciudadanos. No, la transparencia no es postureo, ¿y el resto de actitudes arriba mencionadas? ¿Son postureo? ¿O es el uso de la palabra ‘postureo’ un postureo en sí mismo?

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Sobre la firma

Enrique Alpañés
Licenciado en Derecho, máster en Periodismo. Ha pasado por las redacciones de la Cadena SER, Onda Cero, Vanity Fair y Yorokobu. En EL PAÍS escribe en la sección de Salud y Bienestar

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