Subjetivamente
Lo mejor de Rihanna: los auriculares ‘gold’; lo mejor de París: el tul ilusión de Giambattista Valli, y lo mejor de lo peor: el ‘chonismo’ de Blac Chyna
Lo mejor de Rihanna. Los auriculares ‘gold’
Riri convierte en oro todo lo que toca; si está buscando un detallito para San Valentín, olvídese de los sencillos auriculares dorados con incrustaciones de perlas de unos 8.200 euros firmados por Dolce&Gabbana porque están agotados.
En un abrir y cerrar de Twitter la cantante subió una foto suya con los cascos y, además de 140.000 retuits, consiguió acabar con las existencias de tan económico complemento, a juego con su tiara. Todo muy apropiado para cualquier momento del día, siempre que se tenga alma y cuerpo (y presupuesto) de rapera chic.
Lo mejor de París. El tul ilusión de Giambattista Valli
La alta costura de París se ha ultrafeminizado a golpe de volantes rizados de tul y organza en bellísimos tonos empolvados: rosa pálido, gris perla, rojo pizarra. La colección del diseñador Giambattista Valli, uno de los favoritos (y amigo) de elegantes nacionales como Nieves Álvarez, ha devuelto el glamour y la belleza a las pasarelas. Delicadas mujeres flor con corolas invertidas desfilaron ajenas a las convulsiones de bolsas, gobiernos, crisis de refugiados y terrorismo internacional. La belleza pervive en París, en su burbuja de oro, al menos durante una semana.
Lo mejor de lo peor. El ‘chonismo’ de Blac Chyna
Si pensábamos que las Kardashian, Gandía Shore y MYHYV eran el acabose, estábamos, ustedes y yo, muy equivocados. Se nos había escapado la existencia, en ese universo paralelo, de Blac (sin K de Kardashian) Chyna.
Con su anatomía de muñeca hinchable tatuada y sus estilismos de escaparate SM, de tan choni, resulta estomagante incluso para ese prodigio de finura que es mamá Jenner. La matriarca del mediático y bombástico clan abomina a la criatura, cuyo mayor crimen es dar un cuarto de vuelta más a la horterada kardashianesca. Bueno, eso y tratar de emparentar con Kim, Khloé y Kourtney vía Rob, el único varón de la tribu. Blac Chyna tiene madera —y silicona— suficiente para convertirse en nuestra cuñada villana favorita. Si no vuelven a saber de ella, mejor para ustedes.
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