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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

Urbanitas: “Las ciudades son escenarios de riesgo”

Después del 13-N de París o el más reciente atentado en Estambul, las principales ciudades españolas refuerzan su seguridad ante un nivel 4 de alerta antiterrorista. Si bien, en el último vídeo de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), los terroristas instaban a recuperar Ceuta y Melilla - ciudades que representan un capítulo histórico controvertido de las relaciones hispano-marroquíes-, en otra grabación de principios de enero, Al Qaeda amenaza con realizar atentados en Madrid, así como a ciudades italianas como Nápoles o Roma.

Desde del 11-S en Nueva York, los atentados ocurridos en 2005 en el metro de Londres o los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, se ha hecho evidente que las ciudades son más vulnerables a los ataques terroristas. Para entender la actual amenaza en Madrid y cómo se está actuando en materia de seguridad urbana, entrevistamos a Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa en el Real Instituto Elcano.

Cordón policial en Russell Square, Londres, después de los ataques del 7 de julio de 2005. Imagen de Francis Tyers, Wikimedia Commons.

Poniéndonos en los casos concretos de Madrid o Barcelona, es obvio que son ciudades muy conocidas. Representan blancos mediáticos y el impacto mediático que pueden tener magnifica los sucesos. No son blancos blandos. Esto añade un nuevo elemento para la propaganda de los terroristas. “A pesar de la protección, lo hemos podido hacer”. Ese es el mensaje de éxito que pueden lanzar. En las ciudades, además, el terrorismo puede atentar contra ciudadanos internacionales y multiplicar la presencia mediática en distintos medios. Así trascienden la noticia local e incrementan su presencia en medios.

Actualmente, en España estamos en el nivel de alerta 4. El nivel 4 de alerta no es solo cuantitativo, sino también cualitativo. Eso provoca que las plantillas, siendo las mismas, trabajen mucho más. La tensión se traduce en estrés y evidentemente, a largo plazo, no se puede vivir con los mismos recursos humanos con una alerta superior a la que teníamos hasta hoy.

Uno de los cambios más notorios en materia de seguridad urbana es que vemos cada vez más policía armada. Básicamente porque no se puede detener a los terroristas con medios no letales. Aunque puede producir daños colaterales. Pero sabemos que una de las últimas pautas terroristas es matar a policías, por el mismo motivo de que es más mediático que se mate a personal formado que a simples civiles. Por eso vemos a tanta policía armada por las calles.

Hoy, los ciudadanos se sienten generalmente más seguros ante policía armada. Se trata de un componente psicológico, porque es difícil hacer sentir seguro a los ciudadanos solamente a partir de cámaras de videovigilancia. En este sentido, las personas saben que la tecnología no sustituye a los agentes. Y de hecho, uno de los mayores problemas de la urbanización actual es precisamente la seguridad. Ahora, hará falta que los gobiernos mentalicen a los ciudadanos de que las ciudades son escenarios de riesgo.

Zonas de grandes concentraciones. Las Ramblas en Barcelona o Sol en Madrid. Zonas comerciales y turísticas. Centros con infraestructuras críticas. Embajadas. Centros deportivos. Estaciones. Puertos. Intercambiadores. Conviene, en la medida de lo posible, evitar aglomeraciones, grandes colas de autobuses, discotecas...

El problema no se había planteado con anterioridad. Nunca se había mantenido tanto tiempo y con tanta intensidad una alerta así en España. Es un desgaste físico, psicológico… de los agentes. Un nivel 4 indica mucha tensión. Las autoridades se tendrán que plantear un redespliegue y rotación de unidades para establecer un sistema de alivio de esa presión. Sino va a haber un deterioro de los servicios prestados. Evidentemente, esto significa que se necesita más dinero e inversión en seguridad.

El terrorismo hasta ahora se percibe como algo ocasional y periódico. Los ciudadanos rápidamente vuelven a sus vidas normales en la ciudad. Es algo que está asumido. Si hubiera una alta frecuencia de atentados, que no es el caso en nuestras ciudades, la ciudadanía debería tomar medidas, evitar zonas… Pero la amenaza no es tan grave como en otras urbes.

Hasta ahora había mucha independencia entre organismos y unidades de seguridad. Pero recientemente, se han impuesto los centros de fusión e integración. Se avanzó mucho en seguridad urbana después de los atentados de Madrid, con la cooperación de agentes nacionales, regionales y europeos. Se ha desarrollado una cultura mestiza de compartir planes e intercambiar información. Creo que es esencial evitar el pensamiento atómico. Debemos ir hacia la cooperación internacional en esta materia. Siempre hay tendencias políticas o quién se pone la medalla cuando una operación es un éxito, pero hoy ya no se puede actuar de forma individual.

Las ciudades son iconos, por eso es tan importante para ellos atacarlas. Atacan a símbolos. La gente se identifica con los centros comerciales, las cafeterías, las discotecas... Así que hay un impacto mucho más acelerado a nivel global. El reporte, además, es inmediato, porque las ciudades son sede de los principales medios de comunicación. Como conectan el flujo financiero, el efecto dominó es instantáneo. Así que podemos decir que el objetivo de un terrorista siempre va a ser urbano, porque es más efectivo.

Comentarios

En español -de España- decimos Estambul, no Istanbul. Gracias. Por lo demás, buen artículo.
En español -de España- decimos Estambul, no Istanbul. Gracias. Por lo demás, buen artículo.

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