De lobos y caperucitas


Como acaba de ser el cumpleaños de Perrault (el martes cumplió 338 añitos), hoy os contaré un bonito cuento:
-“Abuelita, abuelita, qué boca más grande tienes”. - “¡Es para comerte mejor!”. Ñam. Fin.
El final de Caperucita cambia según quien te lo cuente. En la versión original de Perrault, de 1695, Caperucita es devorada sin que nadie la salve. El mensaje era: “no hables con extraños”. Los niños lloraban mucho, así que en versiones posteriores se le cambió el final al cuento por otro más light, en el aparece un cazador que salva a la niña de las fauces de la bestia. Porque el lobo es malo y feo, “de mirada aviesa y cruel, espumantes belfos y furtiva pisada”. Aunque no siempre: “No todos los lobos son iguales ‑escribe Perrault‑. Hay quienes con habilidad, sin tambores, sin rencor y sin enojos, muy reservados, complacientes y gentiles, persiguen a las señoritas hasta sus casas y también hasta sus propias camas. Pero ¡ay! ¡Quién ignora que estos lobos dulzarrones son, de todos los lobos, los más peligrosos!”. Sin duda.
Otros lobos no han ido tan lejos como para meterse en la cama con Caperucita, pero también han hecho de las suyas. Se cuenta que en 1450 una manada entera consiguió atravesar las murallas de París matando a 40 personas. Las víctimas de la bestia de Gévaudan, una criatura con aspecto de lobo que entre 1764 y 1767 merodeaba por esta región montañosa del mismo nombre, al sur de Francia, se le atribuyen entre 50 y 130 muertes. Sus víctimas eran niñas y mujeres jóvenes, por lo que podría tratarse de un asesino en serie disfrazado, no de un lobo.

Como Manuel Blanco Romasanta, el hombre lobo gallego, que mató a unas 20 personas, aunque solo lo condenaron por nueve. Su apariencia dócil y amable le permitía engatusar a sus víctimas -madres solteras o separadas de Rebordechao (Vilar de Barrio) y Castro de Laza (Ourense)- a las que engañaba con promesas de un buen empleo en otras regiones. Después las llevaba hasta un bosque donde las mataba y descuartizaba. Manuel justificó los crímenes asegurando que se convertía en lobo a causa de una maldición. Lo condenaron a morir en el garrote vil; finalmente, se libró de la ejecución porque un tal doctor Philips convenció in extremis a la reina Isabel II de que el reo sufría un trastorno llamado licantropía. Murió el 14 de diciembre de 1863 en la prisión de Ceuta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Desafiando el cambio climático, la Vuelta a España 2026 se sumerge en verano en Andalucía
Sumar ultima con el PSOE la reunión para abordar la crisis y advierte del riesgo de parálisis: “Seguir así es alimentar a Vox”
Los Oscar pasarán a YouTube en todo el mundo en 2029 marcando un cambio histórico en la televisión
Detenido en México Jacobo Reyes, líder de la red de contrabando del dueño de Miss Universo
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”





























































