El villancico que David Bowie odiaba, pero que todavía hoy emociona
El rockero se negó a cantarlo para un especial de televisión. Al final le convencieron y resultó turbador. Esta es la historia
David Bowie era la figura más exuberante del rock. Guapo, complejo, rabiosamente moderno. Tenía 30 años. Bing Crosby era la tradición, el conservadurismo, un señor de 74 años al que adoraban los abuelos y los padres y que a los hijos les olía a naftalina. Era 1977 y a estos dos artistas les separaba un mundo. Y se vio desde el primer momento. "No puedo cantar esa canción. La odio. En realidad estoy aquí porque a mi madre le encanta Bing Crosby", expuso Bowie en lo que sin duda no era un buen comienzo.
No puedo cantar esa canción. La odio. En realidad estoy aquí porque a mi madre le encanta Bing Crosby", dijo Bowie
El rockero se refería al programa navideño del crooner y presentador Bing Crosby para la cadena estadounidense CBS, Merrie Olde Christmas, algo así como el especial de Raphael con el que nos abruma cada año nuestra televisión. Pero con bastante más glamour, claro. Crosby entraba en todos los hogares estadounidenses con su imagen de abuelo tierno y sus maneras melifluas. Y los conquistaba. Pero aquella noche el reto era grande: cantar con el rockero más caprichoso y narcisista del momento.
Una vez expuesta la negativa de Bowie a cantar The little drummer boy (en España El pequeño tamborilero: ya saben, "porroponpón"), comenzó una dura negociación. Fue cuando a los guionistas de aquel espacio navideño, Larry Grossman y Buz Kohan, se les ocurrió una idea: crear una nueva melodía, llamada Peace on Earth (Paz en la tierra) para que Bowie la interpretara sobre la letra original, que mientras entonaría Crosby. Los nuevos versos llevarían ese tono teatral y glamouroso tan del gusto de Bowie.
"A David le encantó la propuesta. Los dos se pusieron a trabajar, y en apenas una hora tenían lista la canción", ha comentado Grossman sobre la gestación de la pieza, que finalmente se tituló Peace on Earth/Little drummer boy. Antes de cantarla hay una escenificación entre juguetona y tensa de los dos intérpretes. En ella, Bowie comenta que El pequeño tamborilero es una de las canciones favoritas de su hijo, Duncan, que en aquella época tenía seis años. El villancico todavía suena emocionante casi 40 años después.
Lo triste de la historia es que Bing Crosby grabó aquel especial (se registró en septiembre de 1977), pero cuando se emitió, en la Navidad de 1977, no lo disfrutaría. Murió, curiosamente en Madrid, el 14 octubre de 1977.
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