Pobreza a secas
¿Por qué pobreza infantil o energética? ¿Por qué no pobreza senil o alimenticia? ¿Es que solo los niños pasan necesidad en sus familias? ¿Es que hay hogares en los que sobra de todo pero no tienen electricidad? ¡Cuánto aspaviento! ¿Acaso es aceptable que los adultos se mueran de hambre y de frío? ¿Y los ancianos? Nos sirven la realidad a trocitos para que podamos tragarla y digerirla.— Mª Teresa Díaz-Tendero García.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.