_
_
_
_

Adriana Urgarte: “No quiero perderme cosas por miedo”

Protagonista de ‘Palmeras en la nieve’, la actriz que se hizo famosa con las series ‘La señora’ y ‘El tiempo entre costuras’ no deja que la fama la embriague

Adriana Ugarte, en la presentación de 'Palmeras en la nieve', en Madrid.
Adriana Ugarte, en la presentación de 'Palmeras en la nieve', en Madrid.bernardo pérez

Sin maquillar, con la melena medio deshecha y con vaqueros y sudadera —de Chanel, eso sí—. Hoy, con 30 años, Adriana Ugarte vive su gran momento y lo disfruta con la sonrisa dulce y pícara de las damas de época que interpretó en televisión en series como La señora o El tiempo entre costuras y que la condujeron al éxito. Acaba de estrenar su último trabajo, Palmeras en la nieve, que protagoniza junto a Mario Casas. Una superproducción con la Guinea Ecuatorial colonial como escenario. La cinta, nominada a cinco premios Goya, es la culminación de un año en el que se ha consagrado y en el que también ha protagonizado junto a Álex García Habitaciones cerradas, una miniserie para TVE. Quizás por ello, la madrileña irradia felicidad y se explaya en cada respuesta. Incluso si se le pregunta por su papel de Julieta, la protagonista de la nueva cinta de Pedro Almodóvar, a la que rodea un secretismo enorme pese a que verá la luz en apenas tres meses.

Pregunta. ¿Qué mensaje le gustaría que calase en el público tras ver Palmeras en la nieve?

Respuesta. Tiene que ver con los sueños. Sea lo que sea y por lejano que parezca, atrévete a perseguirlo. Hay que enfrentarse al miedo.

P. ¿Qué le da miedo?

R. Patinar. ¡Espero que nadie me ofrezca un papel de patinadora! ¡O sí!

P. ¿Se necesitan más superproducciones aquí?

R. No tenemos el poderío económico de Hollywood, pero lo que importa son las historias. Puede que haya espectadores que vayan más al cine a ver una superproducción, pero a mí me gustan las pelis pequeñitas.

P. ¿En qué le ha cambiado el éxito?

R. He tratado de no renunciar a mi esencia. El éxito me ha ayudado a ser más tolerante, porque vives situaciones extremas, en ocasiones incómodas, y eso te hace ponerte más fácilmente en el lugar de personas con circunstancias distintas.

P. Tiene fama de exigirse mucho…

R. Soy exigente, pero desde la intuición, desde la sensación de que es verdad lo que siento. Ahí no me perdono un centímetro. También disfruto, hay que exigirse pero sin ser un juez maligno. He aprendido a ser más cariñosa y amiga de mí misma. Al final es como se ofrece calidad, porque sino la gente sufre al verte. Siempre hay que hacerlo desde el amor a la profesión y saber perdonarte los errores.

P. ¿Cómo se plantea el nuevo año?

R. No hay que bajar el listón, va a ser otro año de gran esfuerzo. ¡Hay que trabajar más!

P. ¿Es consciente de que cuando se estrene Julieta será famosa en medio mundo?

R. No lo pienso, pero parece que puede pasar, ¿verdad? Es un personaje extenso y dramático. Es el personaje… Julieta. No me lo planteo para no ponerme ansiosa. Es como ponerte a pensar en la vida y la muerte. Si lo haces, no concilias el sueño.

P. ¿Trabajar con Almodóvar cambia la vida?

R. Él es estricto, pero muy amoroso. Te pide todo, pero no te suelta la mano. Tiene una manera de llegar al fondo que hasta los más exigentes no conocemos. Es capaz de crear una armonía muy perfecta entre lo físico y lo emocional. Está pendiente de todo, de tu voz, tu mirada, de lo que sientes… Pero también de tu oreja y de tu ceja.

P. ¿Y si después le ofrecen papeles en el extranjero?

R. Me haría mucha ilusión trabajar fuera. ¡Qué reto interpretar en un idioma que no es el tuyo materno!

P. ¿Se atreve con todo?

R. Sé que no me quiero dejar de atrever. No quiero perderme cosas por miedo.

P. ¿Cuál cree que es el principal desafío de las mujeres de su generación?

R. Obviando mi posición de privilegio, creo que vivimos en una sociedad donde se le da mucha importancia a la juventud si eres mujer. No se nos prepara para envejecer. ¡Nos arrancamos las canas! Es tormentoso y nada tiene que ver con la naturaleza. En el cine también se ve. Una mujer en la madurez está preparada para los mejores papeles de su vida y, en cambio, acaba siendo la madre de la protagonista.

P. ¿Le gustan las redes sociales?

R. Solo las vinculo al trabajo. Me dan pudor.

P. ¿Cuánto importa la imagen?

R. Lo más importante es cuidar la salud mental para poder transmitir serenidad. Cuando trabajas cara al público hay que cuidarse, pero no hacen falta medidas perfectas ni un pelo espectacular, solo salud.

P. ¿A favor o en contra de los retoques en las fotos?

R. Como la adaptación de una novela al cine, en una fotografía también es importante que la esencia se conserve. Entiendo el retoque de la luz, cosas puntuales. Pero no transformar al personaje ni adecuarlo al canon que se espera de una mujer.

P. ¿Haría de fea?

R. Me encantaría, y también de superheroina, con capa y todo. Pero sobre todo, me hubiese fascinado hacer el papel de Uma Thurman en Pulp Fiction.

P. ¿Actriz comprometida o mejor cambiar el mundo a través del arte?

R. La mejor manera de cambiar las cosas es desde ti mismo. No solo desde tu interpretación, sino empezando por tu vida. No vale sujetar una pancarta y luego dejar a tu chica por WhatsApp. Si eres un personaje público y tienes mucho conocimiento del tema, adelante. Pero muchas veces se aprovecha la notoriedad y los actores podemos resultar excéntricos.

P. ¿Qué le pide a un hombre?

R. Sinceridad y sentido del humor. No creo que la mayoría de hombres mientan, ojo, pero creo que pecan de miedosos. Nosotras exigimos toda la verdad, y vosotros contáis solo un poquito.

P. ¿Y a los Reyes Magos?

R. Una colonia, no perfume, fresquita. Al nuevo año le pido trabajo. Personajes bonitos y difíciles, con intríngulis. Y para España pido coherencia, serenidad, paz. Que meditemos las decisiones. El mundo está muy malito y da miedo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_