Francia somos todos
Lo admito: me duele Francia. Lamento hondamente las víctimas de otros conflictos internacionales, pero irracional y racionalmente me duele en el alma lo sucedido. No es ignorancia o egoísmo, son vivencias, recuerdos, amigos, rincones y referentes. Consigo reconciliarme con el mundo cuando escucho a Georges Brassens o Édith Piaf, al ver a Catherine Deneuve bailando en Cherbourg, al agradecer a Courbet que El origen del mundo cuelgue en el Museo d’Orsay o al acordarme de aquella burdeos que me bebí sentada en un banco bajo la Torre Eiffel. Admiro con actitud crítica los derechos y las libertades que se profesan cuando se estudia su historia y cuánto le debemos desde aquí haberla tenido siempre de modelo. Creo que algo parecido debe ocurrirles a las miles de personas que se han solidarizado con París. No os lo creeréis, pero amar ideales, aun imperfectos, nos hace ser mejores personas. Todas las guerras son un sinsentido atroz. Vivo en Barcelona en un sistema capitalista y socialdemócrata, aconfesional y europeísta. Mi entorno me moldea. Y mucho de lo que soy se debe a este país vecino que me hizo saber que el hombre también es esperanza, belleza y valentía. Han batido parte de mí, y eso, pese a quien le pese, hiere mucho más profundo.— Carmela González-Alorda. Sevilla.
¿Como se puede ser tan hipócrita? Las cadenas de televisión que ocupan la parrilla española se jactan de la gran cobertura informativa que están realizando sobre los atentados ocurridos en París el pasado viernes. Pues bien, ese mismo día, cadenas como Telecinco o Antena 3 preferían deleitar al respetable con famosos emulando a cantantes y con Mila Ximénez despotricando contra Kiko Matamoros. ¿En qué estaban pensando los directores de esas cadenas o los jefes de informativos de las mismas? ¿No es suficientemente importante que estén matando a tus vecinos como para detener las máquinas, plantarse e iniciar un especial informativo? Pues salvo para las criticadas televisiones públicas como TVE, con su satélite 24 Horas, o la catalana TV-3 parece ser que no. Eso sí, ahora con todo el cinismo del mundo y a modo de compensar, directos a todas horas, conexiones desde el lugar de los hechos. Caballero Don Dinero siempre manda.— Ricard Millán Llamas. Barcelona.
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