La realidad virtual estudia cómo dar patadas y recibir puñetazos sin dolor
Las gafas Samsung Gear VR han facilitado que la realidad virtual sea más asequible. Aunque para usarlas sea necesario utilizar un teléfono de gama alta de la empresa, los 99 dólares que cuestan en Estados Unidos —ya se admiten reservas— son un argumento atractivo para que el consumidor medio de tecnología les dé una oportunidad. Parten con una limitación, la realidad alternativa que muestran se circunscribe a la visión. Pero, gracias a la investigación, esto puede cambiar.
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