Así funcionan los clubes de cannabis en España

Es igual al soniquete que acompaña los gestos de aburrimiento de viajero frecuente, con ganas de demostrarlo, salvo por un pequeño detalle. Esta vez es la Federación de Asociaciones Canábicas Autorreguladas de Cataluña (FEDCAC) quien nos habla. Lo hace, eso sí, a modo de aerolínea: “Bienvenidos a bordo y gracias por confiar en FEDCAC. Para disfrutar el recorrido les recomendamos que apaguen cualquier idea preconcebida que tengan sobre el cannabis”. Las supuestas instrucciones de seguridad de un Boeing 747 sirven para explicar la entrada a estos clubes privados de consumidores de marihuana.

La idea del vídeo, publicado en tres idiomas, surgió entre los dirigentes de FEDCAC con el objetivo de poner el énfasis en la seguridad. “Es algo que también forma parte del espíritu de las aerolíneas”, explica al teléfono Albert Mayol, tesorero de la federación. Un vídeo destinado a personas “con curiosidad por saber lo que es una asociación canábica”, pero también a presionar a los legisladores para acabar con “el doble lenguaje de las Administraciones Públicas”. Ese doble lenguaje, denuncia Mayol, les lleva a sufrir “persecuciones policiales” y a que los clubes de fumadores de marihuana ganen en los tribunales posteriormente muchas causas “cuando se cumplen los requisitos que explica el vídeo y se aporta la documentación que lo acredita”.

Aprovechando la campaña de las elecciones municipales, en FEDCAC se han reunido con diferentes fuerzas políticas para intentar que se hagan eco de sus reivindicaciones. Esa es la base de la plataforma Som el que cultivem (Somos lo que cultivamos) de la que forman parte junto con CatFAC, otra federación catalana de clubes de fumadores. Y este jueves por la tarde, solo unas horas antes de la pegada de carteles, se ha organizado un debate jurídico en el Colegio de Abogados de Barcelona al que están invitados representantes de todos los partidos.