¿Aún no nos hemos acostumbrados a ver chinos en clase?
“Yo no creo en la violencia para solucionar las cosas” me dijo una personita muy cercana de 10 años. No sabía a lo que se refería, así que su madre me puso en situación: en lo que llevamos de curso, le han pegado tres veces por ser el chino de la clase (y esto pasó a mediados de Octubre).Con la inocencia propia de un niño, me dijo que si se defendía, le castigarían a él, con lo cual su única opción era hablar con la profesora.Tristemente a la vista están los resultados de hablar con ella.Aunque ésta personita lo ha contado en el colegio y en casa, no ha servido de nada.
Y yo me pregunto ¿qué falla?.
Hace ya más de 15 años que terminé el colegio, en el cual, en ocasiones también sufría acoso (aunque he de confesar que yo a los ocho años, harta de burlas le metí una patadita en los huevecillos al niño en cuestión). ¿Cómo puede ser? ¿Es que no ha cambiado nada? ¿La familia y el profesorado le quitan importancia a estos actos? ¿Los que cometen estos actos no se dan cuenta las consecuencias de lo que hacen? ¿Tienen remordimientos?¿En 15 años no se ha normalizado ver más chinos, latinos, hindúes, marroquíes...etc por los colegios e institutos? Tristemente yo pensaba que si.
Para ayudarnos un poco más a entender y quizás encontrar soluciones, he invitado a En Wai, psicóloga de la consulta Renova psicología, y sí, también china-andaluza. Alguien que también como yo, ha estado en las dos partes y ha sabido sacar lo mejor de la situación:
Una mirada de comprensión
Tal y como ha indicado Quan, es necesario plantear soluciones a este tema. Lo que os voy a contar a continuación, está centrado en la población china (con la que me siento más familiarizada por mi experiencia vivida), pero muchos conceptos, variables y consecuencias, pueden aplicarse también a cualquier persona que sufra acoso escolar.
¿Cuáles son los acontecimientos a los que se enfrenta un niño o adolescente que sufre esta problemática?
1.Desubicación. Se encuentran entre dos mares de culturas diferentes. En su casa, se siguen unas costumbres y se comparten unos valores que no coinciden con los que observan a su alrededor en cuanto cruzan la frontera de la puerta.
2.Inseguridad. Esta desubicación les hace sentirse diferentes, diferentes a las personas que puede encontrarse en la calle, en la escuela… Pero además, se sienten diferentes a sus padres, a sus tíos. Esa diferencia les genera inseguridad.
3.Refuerzo social pobre. Su inseguridad puede impedirle disfrutar de las relaciones sociales. En cuanto se hace referencia a las diferencias o éstas se resaltan, se sienten como si se corroborase lo que ellos en el fondo piensan. Esto puede generar que se aíslen y, por tanto, obtengan poco o nulo refuerzo social.
4.Incomprensión. Al sentirse diferentes, se sienten incomprendidas porque las personas que conocen no comparten su mismo estilo de vida, ¿cómo iban a poder entender su sufrimiento? Además, se suma incomprensión por parte de su familia.
5.Problemas de autoestima. La aceptación social es clave para reforzar la autoestima. Para muchas personas, el valor que se otorgan a sí mismos, es el valor que obtienen de sus iguales y esta variable cobra más fuerza a esa edad. El hecho de no sentirse aceptados socialmente daña en gran medida la autoestima de estas personas.
6.Situación familiar. La importancia de sacar muy buenas notas, trabajar duro, y ser el mejor se da con frecuencia en los núcleos familiares chinos. Los niños y adolescentes se someten bajo grandes presiones ya que se sienten con la obligación de cumplir con todas estas exigencias. Por otro lado, la gran cantidad de horas que los padres dedican a trabajar, y el aprendizaje al que estos se sometieron cuando eran pequeños, dan lugar a que entre padres e hijos la comunicación sea bien escasa. A esto se suma el miedo a decepcionar a los padres, por lo que raramente comparten con ellos lo que les ocurre en el colegio.
7.Sentimiento de soledad. Si observamos todos los factores anteriores, ya podemos hacernos una idea de lo solos que pueden sentirse estos niños. ¿A quién acuden? Normalmente sufren en soledad lo que viven, lo que les lleva a aislarse aún más.
Estamos ante una situación delicada que puede generar como consecuencias problemas que, si se agravan, pueden llegar a problemas para controlar la ira, dificultades para tolerar la frustración, trastornos de la ansiedad, o del estado de ánimo, etc. que si no se solucionan, pueden condicionar en gran medida el crecimiento de estas personas. Por este motivo, voy a desarrollar una iniciativa gratuita en Renova Psicología donde se profundizará en estos temas con el objetivo de acercar a las personas que sufren este problema a comprender la situación que atraviesan, dotarles de herramientas para afrontar la situación, paliar su sentimiento de soledad al descubrir que hay más personas que se encuentran en su situación, y proporcionarles una bocanada de esperanza. Además de concienciar a las personas que no conocen lo que ocurre o no son conscientes de las graves consecuencias de estas “niñerías”.
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