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Tentaciones

Odiar a Renoir, la última tendencia en el arte

La asociación 'Renoir apesta como pintor' está ganando adeptos en las redes pidiendo que retiren los cuadros del impresionista de los museos americanos

Los enemigos de Renoir, en una de sus manifestaciones
Los enemigos de Renoir, en una de sus manifestacionesInstagram

¿Os imagináis que alguien hiciera una petición formal para que se retiraran del Museo del Prado todos los cuadros de Francisco de Goya porque a un grupo de personas le parecen feos? ¿O todos los Dalí del Reina Sofía porque atentan contra el buen gusto? Pues en Estados Unidos está pasando. Hay un grupo de gente que odia a Renoir, de hecho, el movimiento está desatado y ha declarado que el propio Dios también odia a Renoir; dicen que lo que el pintor hace es 'terrorismo estético'. Vale, en ocasiones puede parecer un pintor emperifollado. En mi opinión, mirar algunos de sus cuadros como Bal au moulin de la Galett (1876) es como comer un merengue, pero creo que jamás llegaría tan lejos.

Me topé con esta historia hace dos días, cuando casualmente compartía varios de sus cuadros en mi muro de Facebook y un comentario de la editorial Sans Soleil me linkaba al movimiento llamado #RenoirSucksAtPainting. Desde entonces llevo dos días enganchadísima a su instagram, un espacio donde cuelgan cuadros del pintor y los critican brutalmente. Del retrato que Renoir realizó en 1917 a Lydia Sieligmann dicen: “el uso del amarillo es inconcebible, la composición no es enriquecedora, mierda de fondo al vapor, nivel de empalague: diabetes”. La crítica acaba con una observación nada positiva acerca del cuello de la retratada. Su tono irónico, entre lo divertido y lo destructor también les ha llevado a cambiar los títulos de los cuadros, a Retrato de niño con manzana (1876) lo han rebautizado como “niño comiéndose una parte de su pelo”.

El movimiento de estos haters del pintor nace en Washington y elevó una protesta formal en el mes de Abril del 2015 para que los cuadros de Renoir fueran retirados de la National Gallery. La petición fue desestimada por falta de firmas (parece que a la gente en Washington le agrada el arte del más sensual de los pintores de impresionismo). Pero el movimiento #RenoirSucksAtPainting dice querer revisar críticamente la visión que se tiene de los cuadros de Renoir. Ellos consideran que las pinturas del pintor francés son pueriles y han tenido un efecto nocivo en el país. La petición que elevaron en abril contiene dos partes, en la primera de ellas piden al presidente Barack Obama que denuncie a Renoir por su “empalagosa” pincelada, y la segunda es que retiren de todos los museos nacionales los cuadros del insigne pintor.

En mi afán por ir más allá intento comunicarme a través de instagram con el creador de la cuenta, Max Geller, y para congraciarme con él le digo que yo también odio a Renoir, y seguido le envío multitud de paletas rodeadas por el emoji de la señal de prohibido; espero una respuesta, estoy inquieta, reviso el móvil. Me responde pasadas unas horas y me dice que él también odia a Renoir pero que no es nada personal, que simplemente no le gusta y que no quiere que nadie en su país sea pervertido con la visión de los cuadros del pintor que atentan contra el buen nombre de las Bellas Artes. Acusa a Renoir de desfigurar a las mujeres jóvenes y también de pintarlas con colores propios de los cadáveres.

La primera manifestación del movimiento tuvo lugar el día 5 entre cajas de pizza de queso y pancartas que decían cosas como “más Gauguin menos Renoir”, “Dios odia a Renoir”, o “Poned dedos en esas manos”, en una clara alusión a la falta de técnica de la que acusan al pintor. Al grupo que protestaba, apenas unas treinta personas, se unió gente diversa, estudiantes de postgrado de arte de Harvard, que obviamente tampoco tienen a Renoir entre sus pintores favoritos y peatones que paseaban por allí y declaraban sumarse a la protesta porque les gusta el carácter irónico y gracioso del movimiento, aunque algunos confiesen a media voz que a ellos sí le gusta Renoir. Sea como sea, nos guste o no el pintor, lo que el revuelo pone de manifiesto es el increíble poder de los medios, en apenas dos días la cuenta tiene casi seis mil seguidores y en las redes sociales ya proliferan los debates, los trolls, los memes y los vines. ¿quién será el próximo pintor odiado por el Dios surgido de las RRSS?

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