La Limonada no es sólo un gueto, es una paradoja urbana y social. Entre 60.000 y 100.000 personas viven en un laberinto de pobreza en el centro de la capital de Guatemala
En La Limonada, más de 60.000 personas viven en situación de extrema pobreza. El coeficiente de Gini (última referencia 2011) indica que Guatemala es el segundo país latinoamericano con mayores desigualdades sociales.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOBraulio tiene 74 años, es ciego y enviudó hace un año. No tiene familia. Sobrevive en su chabola gracias a lo que logra mendigando en el centro de la ciudad y las ayudas que recibe por parte de la asociación Vidas Plenas.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOLa Limonada en sus inicios estaba compuesta por viviendas construidas con cartones, láminas y madera. Hoy en su mayoría son casas de bloques y tejados de chapa que se amontonan en el barranco dado la escasez de vivienda formal en la ciudad.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOLa Limonada, además de ser parte de la pobreza que los guatemaltecos perciben diariamente, es sinónimo de violencia pandillera. Esta pared pertenece a una casa limítrofe entre territorios rivales, en ella se aprecian los impactos de balas.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOEn el asentamiento hay una riera donde se acumulan escombros y basuras de toda la ciudad. Dada la falta de higiene, gran parte de la población presenta problemas respiratorios, de estómago o infecciones en la piel.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOVidas Plenas es la fundación de Tita Evertsz que desde 1994 trabaja en La Limonada. Su labor social se centra en la población infantil, un 45% del total del asentamiento.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOLos niños son los más castigados en este entorno de pobreza y violencia generalizada. Muchos de los derechos infantiles que reconoce la Convención sobre Derechos del Niño de Unicef no se cumplen.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOSegún Emilio Goubaud en un trabajo con maras en Guatemala de la Asociación para la Prevención del Delito, el 98% de los adolescentes que entran en grupos de pandillas, han sido víctimas de violencia, abuso sexual y maltrato psicológico en sus hogares.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOSe cree que cuando alguien entra en la mara, cuelga sus zapatillas como prueba de bautismo. Más de 45.000 menores de 15 años son objetivo de las maras en La Limonada, su esperanza de vida es de 18 años.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANOOtto tiene 44 años y es otro de los líderes de La Limonada que lucha contra las pandillas. Él mismo fue pandillero y hoy ayuda a los jóvenes a romper con las maras: “No tienen a nadie que les quiera. Yo nací aquí, lucho porque los niños merecen una oportunidad”.JOSÉ ALEJANDRO ADAMUZ HORTELANO
