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Jessica Alba es un valor seguro

La compañía de la actriz dobla su valor en solo un año. El mayor riesgo para su negocio es Amazon, que ha creado un servicio similar llamado Elements

Jessica Alba.
Jessica Alba.Instagram

Los inversores siguen creyendo en Jessica Alba. The Honest Company, el negocio fundado por la actriz, acaba de recibir una inyección de capital que acerca su valoración a los 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros). La nueva infusión de efectivo se da a conocer una semana después del calentón que sufrió la empresaria en las redes sociales por su crema de protección solar, con clientes colgando fotos en Twitter e Instagram con sus pieles enrojecidas.

La última ronda de financiación asciende a 100 millones de dólares (89 millones de euros). El entusiasmo que crea esta start-up, que es capaz de enseñar las garras a gigantes como Procter & Gamble o Johnson & Johnson, provocó que su valoración creciera en más de un 50% durante el último año. Y es que en la era del comercio electrónico, una empresa como la de Alba tiene más posibilidades de éxito que las compañías tradicionales que dominan las estanterías en los hipermercados.

Jessica Alba en la portada de 'Forbes'.
Jessica Alba en la portada de 'Forbes'.Forbes

La actriz de Los Cuatro Fantásticos creó la compañía en 2011 para responder a un interés creciente de las madres en Estados Unidos hacia las marcas que se presentan bajo la etiqueta de “sostenible”, a las que no importa pagar un poco más por una pasta de dientes libre de agentes tóxicos y así evitar que sus hijos estén expuestos a productos químicos. El negocio arrancó vendiendo pañales y toallitas. Ahora en su portal se encuentran hasta cunas.

Al no ser una empresa que cotiza en Bolsa, Honest no está obligada a publicar sus resultados. Lo que sí se sabe es que el pasado ejercicio tuvo ventas por valor de 170 millones de dólares (152 millones de euros). Las triplicó en solo un año. El 75% de los ingresos que genera lo hace a través de su portal electrónico. El resto, con en el comercio tradicional, donde tiene acuerdos con tiendas como Target, Whole Foods y Costco. También tiene máquinas expendedoras en aeropuertos, por si el viajero olvidó meter algo en la maleta.

De hecho, el dinero fresco que recaudó durante el último año lo utilizó para incrementar su presencia física y no depender tanto de Internet. El consumidor sigue necesitando poder oler y tocar los productos. La polémica desatada este verano por la crema protectora no ha hecho más que reforzar esa idea. El revuelo también le va a ayudar a aprender algunas cosas antes de decidir salir a Bolsa, porque este tipo de publicidad negativa espanta al inversor corriente.

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What what?! @honest airport kiosks #honestonthego

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La propia Jessica Alba salió en seguida a dar la cara, algo que no es muy común entre las grandes corporaciones. “Nos tomamos a nuestros clientes muy en serio”, aseguró la actriz en un vídeo colgado en las redes sociales, y eso pese a que las quejas eran una anécdota cuando se compara con la cantidad de lociones protectoras que se vendieron. Amazon, que acaba de poner en marcha un servicio similar al de Honest, también vivió un episodio parecido con unos pañales.

Elements, el nuevo negocio de Jeff Bezos, acabó por retirar ese producto de su portal por las quejas de los consumidores con el diseño del pañal. De hecho, la gran amenaza en este momento para Alba es Bezos. El 80% de los clientes de Honest están suscritos al servicio de entrega a domicilio. Cualquier tropiezo puede provocar que se rompa esa lealtad y que los clicks emigren sin ningún problema hacia la omnipresente Amazon.

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