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Sarkozy y Bruni, polémico descanso en Córcega

Las vacaciones de la pareja en una lujosa villa de la isla contrastan con la discreción del actual presidente francés

Nicolas Sarkozy Y Carla Bruni en Niza.
Nicolas Sarkozy Y Carla Bruni en Niza.GTRES

No ha pedido privatizar ninguna playa pública, como lo hizo el rey saudí en la Costa Azul, pero sus vacaciones a orillas del Mediterráneo no han pasado desapercibidas. El expresidente y líder de los conservadores franceses Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni han elegido el dominio agroturístico de Murtoli, en el sur de Córcega, para descansar.

La polémica partió de las revelaciones del siempre bien informado Canard Enchaîné sobre la estancia del político en este "rincón de paraíso" de 2.500 hectáreas "en el que el cliente es acogido en 17 apriscos (paraje donde se resguarda el ganado) con vistas al mar, la montaña y el maquis". Los apriscos disponen, sin embargo, del confort de mansiones de alta gama, con una cuidada decoración, sauna, baños árabes, climatización, piscina, cocina de verano y conexión wifi. Los precios oscilan entre los 4.500 euros por semana para un alojamiento para dos personas alejado de la costa a los 34.200 la semana para la más exclusiva, de 12 personas, con vistas al mar. Aunque Sarkozy habría asegurado a su entorno, siempre según el semanario, que "el propietario lo dejaría a precio de amigo".

Nicolas Sarkozy, Carla Bruni y su hija Giulia Sarkozy en las vacaciones del año pasado en Cap Negre.
Nicolas Sarkozy, Carla Bruni y su hija Giulia Sarkozy en las vacaciones del año pasado en Cap Negre.CORDON PRESS

"Sarkozy y su familia han previsto una estancia a tres personas en un aprisco al opuesto de las descripciones de los medios", aseguraba por su parte Paul Canarelli, el propietario en cuestión, en un comunicado. "Se benefician de las mismas atenciones y condiciones que el resto de los huéspedes del dominio", añadió en tono molesto. El caso tiene una especial resonancia dada su reputación por las destinaciones de lujo. Apenas elegido presidente en 2007, con el eslogan de "trabajar más para ganar más", sus vacaciones en el yate del empresario multimillonario Vincent Bolloré coparon las portadas, imagen que le persigue desde entonces. Pero el verdadero blanco de las revelaciones del Canard Enchaîné era en realidad las obras de dudosa legalidad emprendidas en el dominio. Se investiga si el propietario está recuperando más agua que la declarada para mantener su campo de golf y si un permiso de construcción obtenido para la renovación de un aprisco correspondiera en realidad a un club de golf.

Un descanso veraniego de lujos y polémicas que contrasta con las vacaciones discretas del actual mandatario, François Hollande, que este año mantiene el misterio en torno a sus planes —solo se sabe que serán en Francia— y quién será su compañía. "Gracias por no preguntarme dónde o con quién me voy", dijo a los medios conocedor de los controvertidos descansos veraniegos de su predecesor.

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