Hillary Clinton opta por el cara a cara con el cine

Los dos son demócratas y ambos son queridos en Hollywood. Además, a los dos les gusta acudir a la meca del cine a pedir dinero para sus campañas. Pero sus estilos no pueden ser más diferente. Porque frente a los grandes banquetes organizados para que el actual presidente estadounidense Barack Obama hurgara en los bolsillos de los posibles contribuyentes de su elección y posterior reelección, la también demócrata Hillary Clinton prefiere recurrir a encuentros más reducidos, a puerta cerrada y en petit comité. Cenas íntimas cuya meta es conseguir donaciones de 2.500 euros por cabeza (según marca la ley) que ayuden en su campaña para lograr la candidatura demócrata a la presidencia en 2016.

Ya se ha reunido con sus donantes preferidos. Con los actores Tobey Maguire y su amigo de juventud, Leonardo DiCaprio, en la casa que el actor que hizo de Spider-Man tiene en Los Ángeles. O con los productores Harvey Weinstein, Steven Bochco o Michael Lombardo. Incluso el presidente de los estudios Disney, Bob Iger; de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg, y de Sony, Tom Rothman, la recibieron en casa, sin mayores alardes. Esa parece la tónica a seguir por la ex secretaria de Estado más interesada en el cara a cara que en dar discursos. Un estilo que se diferencia mucho de las grandes recepciones organizadas en honor de Obama a su paso por Los Ángeles. Como la que montó Antonio Banderas con su entonces esposa Melanie Griffith en su mansión, donde instalaron una gran carpa para acoger a los invitados. O esa otra recepción que George Clooney le organizó en la suya, la fiesta más buscada de Hollywood pese a lo mucho que costaba sentarse junto al presidente y que se hizo en casa del galán porque Katzenberg todavía no había acabado las obras en su última mansión millonaria.

La ex primera dama de 67 años “realmente está conectando con la gente”, afirmó uno de sus contribuyentes, Ken Solomon. Según la CNN, Clinton lleva ya más de medio centenar de recepciones privadas en las casas de aquellos que, en muchos casos, son también sus amigos. Sólo en estas reuniones ha podido reunir cerca de 19 millones de euros para su campaña. Pero no todo son éxitos: dos destacados actores liberales han indicado su desapego a Clinton. Mark Ruffalo ha confesado que prefiere a Elizabeth Warren en la Casa Blanca y Susan Sarandon ha dicho que no piensa “votar con su vagina”.