¿Está muerto este famoso?
La web muertonomuerto.com se presenta como un “experimento de la fragilidad de la memoria”, retándonos a averiguar qué personajes siguen vivos… o no
Empezamos el año con la muerte de David Bowie (10 de enero) y acaba con la de la actriz Carrie Fisher (27 de diciembre) y su madre, Debbie Reynolds, justo un día después. Según el equipo de documentación de El País han fallecido 74 personas destacables de la música (los más afectados), política, literatura, cine, teatro o deporte. Entre ellos descatan: Manolo Tena, Prince, Leonard Cohen o George Michael, en el ámbito musical. En política, Nancy Reagan, Fidel Castro o Rita Barberá. En deportes, Johan Cruyff o Muhammad Ali, y en cine Chus Lampreave.
Noticia Actualizada 29/11/16
¿Está vivo Kirk Douglas? ¿Y Neil Armstrong? ¿Sabría decir si Leslie Nielsen sigue entre nosotros? ¿Y qué hay de Burt Reynolds? Si ha dudado ante alguna de estas preguntas, no se preocupe. En un momento en el que tenemos más información a nuestro alcance que nunca, es habitual olvidar datos como estos. También es muy probable que, al leer la noticia sobre el fallecimiento de alguien famoso, se haya preguntado algo como "ah, pero, ¿estaba vivo?". Tampoco tiene por qué sentirse mal en ese momento. Simplemente, esas cosas se olvidan.
De esta mala memoria (o selectiva, según miremos) para los fallecimientos se dio cuenta, como mucha otra gente, Gustavo Ramos. Él, sin embargo, aprovechó sus conocimientos de programación para crear la web ¿Muerto o no muerto?, que nacía entre la curiosidad y el experimento. En ella se reta al visitante a adivinar si distintos personajes públicos siguen con vida o, desgraciadamente, ya no. Con el subtítulo de “un experimento sobre la fragilidad de la memoria”, Ramos subió su invención a la red la pasada Navidad, se la enseñó a amigos y familiares... y ahí parecía haber acabado todo. Sin embargo, Internet, ese lugar caprichoso y caótico, hizo que hace unos días su pasatiempo viviese un boom inesperado.
“La web lleva desde enero”, comenta Gustavo, creativo especializado en tecnología, “pero hace un par de días es cuando ha vuelto a tener bastantes visitas. No estoy seguro de quién fue primero, si un tweet del Hematocrítico o un post en la web de FinoFilipino, pero ha empezado una avalancha”. En los últimos días ha registrado unos 135.000 tests, de usuarios que han contestado a unas 900.000 preguntas sobre la mortalidad de personajes como Barry White, Joselito, Arévalo, Jordi Estadella, Luis Mariñas o Carmen Sevilla. Los datos no engañan: el que lo prueba una vez, repite.
¿De dónde viene este éxito? ¿Nos mueve la curiosidad malsana, somos así de macabros? “En un principio me parecía que podría haber servido para sensibilizar sobre enfermedades que afectan a la memoria”, explica el creador de la web, “pero por el giro automático al humor negro me pareció que no sería demasiado adecuado. Por eso lo dejé más plano, no hace referencia ni al humor, ni a los problemas de la memoria, y así cada uno puede llevarlo al terreno que quiera. También he intentado mantener el respeto sobre los que aparecen en el test, por eso solo he buscado un tratamiento informativo”.
Independientemente de la capacidad adictiva del juego, o de que pueda parecer macabro a mucha gente, ¿Muerto o no muerto? ofrece un apartado interesante: una vez que el usuario ha contestado a 30 preguntas puede acceder a una sección de estadísticas. Así, podemos descubrir que los aciertos superan a los fallos (nuestra memoria no está tan mal, después de todo), o que hay determinados personajes que hacen que nuestra percepción se tambalee con más facilidad. El 54% da por muerto a Raúl Sénder, cuando en realidad el actor y cómico sigue con vida. Lo mismo pasa, en un 47% de las veces, con Chicho Ibáñez Serrador. Al contrario, el 52% de los participantes dan por vivo al ya fallecido Neil Armstrong, mientras que otros cometen el mismo error con Luis Mariñas (40%), Juan Luis Galiardo (34%) o Concha García Campoy (33%).
“El caso de Raúl Sender o Chicho es el más claro de todos”, cuenta Ramos. "Son personas que tuvieron un tiempo en medios muy grande, que después dejaron de aparecer bastante bruscamente y, actualmente, apenas sabes nada de ellos. El patrón mental podría ser: ‘le veía hasta en la sopa y, como ahora llevo mucho tiempo sin saber de él, será que está muerto’. Si tuviera un programa de TV, llevaría a famosos de los 80 que siguen vivos para que los podamos retener como vivos también en nuestra memoria”. También hay un factor generacional: “Hay mucha gente joven que no sabe quién son muchos de ellos”, aclara. Para esos casos cuenta con una tercera opción: “no sé quién es”.
¿Muerto o no muerto? http://t.co/sz0UF8sVdr el trivial BAJONARL
— El Hematocrítico (@hematocritico) July 25, 2015
La capacidad adictiva del juego se acentúa cuando se intenta conseguir un mayor número de aciertos seguidos. Excepto casos aislados, el 65% de los tests no han pasado de 5 aciertos seguidos y solo el 5% han pasado de 20. También hay casos de retentiva prodigiosa, como señala Gustavo: “El segundo amigo al que enseñé el test hizo 500 aciertos seguidos, lo que me hizo dudar de si era yo el que tenía problemas de memoria”. “El efecto viral es importante”, prosigue, “porque creo que este tipo de duda la hemos tenido todos y son cosas que sueles querer compartir. Aparece el efecto de ‘si yo he caído, el resto también caerá’”.
Más allá del efecto efímero y procrastinador que pueda tener su invento, a Gustavo Ramos le gusta hacer pequeños experimentos sociales. Hace unos años subió La web de los valientes, con la intención de “explorar los límites de la credulidad de Internet, pero en ese caso desde un lado más cómico”. ¿Apretarías un botón en una web si te dicen que automáticamente se borrarán tus contactos de Facebook? “Estamos acostumbrados a navegar sin preocuparnos mucho”, explica, “creemos que todo será con buena intención, y cuando nos proponen algo malo nos choca y nos hace pensar. La intención fue esa reflexión de lo que podría estar pasando detrás de cada botón”. Ahora, pueden seguir jugando: ¿Alguien sabe si está vivo James Avery, el tío Phil de El Príncipe de Bel-Air?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.