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6 formas en las que nos ha cambiado el comprar vacaciones por Internet

Porque el tamaño de la piscina de un hotel ya importa menos que el de su WiFi, recordamos lo que nos ha hecho la tecnología

Dos de los actores de la comedia americana 'Young & Hungry' (2014), dando utilidad a su smarphone en un aeropuerto.
Dos de los actores de la comedia americana 'Young & Hungry' (2014), dando utilidad a su smarphone en un aeropuerto.

Hace años que gestionar unas vacaciones es algo radicalmente distinto a lo que era en el pasado. Las plataformas digitales han ido desplazando poco a poco a las agencias de viajes (que quizás con sus decoraciones noventeras y su moqueta acaben convirtiéndose en todo un nuevo icono hipster) y lo que nos mueve a decidir la reserva puede depender más del wifi del hotel que del tamaño de su piscina. Pero... ¿nos ha cambiado a nosotros mismos la presencia de Internet a la hora de gestionar las vacaciones? ¿Seguimos siendo los mismos que se conformaban con un viaje organizado y se sorprendían con el desayuno americano del bufé del hotel? A continuación, un pequeño listado de aspectos en los que servirnos de la red de redes nos ha cambiado una vez más para siempre.

Nos ha hecho mucho más aplicadosSegún un estudio de la consultora Ipsos, el 42% de los españoles de 25 a 34 años organizan sus vacaciones únicamente por Internet. Y si se trata de un viaje al extranjero podemos llegar a invertir hasta 13 horas en total para planear nuestro viaje. Piense en la de tiempo que le ha dedicado a trazar rutas, hacerse sus propias guías de viaje consultando webs o tratando de convencer a su pareja para imponer su criterio. ¿Alguna vez le ha dedicado tanto a alguno de sus proyectos de trabajo? Es probable que no. O al menos no lo habrá hecho con tantas ganas.

El 42% de los españoles de 25 a 34 años organizan sus vacaciones únicamente por Internet

Y a algunos mucho más ricos Aunque, como en todo, ha costado más que se implantaran aquí, las plataformas online de venta de viajes en nuestro país se cuentan por decenas y vivimos un auténtico boom al respecto (sólo hay que observar las pausas publicitarias de la televisión y sufrir una sobredosis de nombres onomatopéyicos de portales). No es para menos ya que, según la la Comisión Nacional de los Mercados, el sector turístico y las ventas de paquetes vacacionales suponen un 34% de todo el comercio electrónico en nuestro país, que sólo en el último trimestre de 2014 fue de más de 4.000 millones de euros y crece a un ritmo de un 25% cada año. ¿Invirtió en ello en su momento? Enhorabuena, disfrute de su yate.

Somos mucho más exigentes: El éxito de las plataformas online está llevando a una auténtica especialización de webs y algunas permiten personalizar el viaje al 100%. Es el caso de openmarket.travel, que derriba las barreras entre el comprador y el operador del viaje. “Es una gran plataforma de contacto entre viajeros y operadores en destino; donde encontrar todo tipo de viajes, desde los más tradicionales a los más insólitos.Y si no encuentras lo que quieres, tienes la posibilidad de diseñarlo tú mismo con la ayuda de los profesionales en destino: los operadores locales”, explican desde la compañía.

Open Market cuenta con más de 1.500 programas de viaje distintos en 115 países reservables online

En la actualidad cuentan con más de 1.500 programas de viaje distintos en 115 países reservables online, filtrados por estilo de viaje y, en el caso de los viajes personalizados, el cliente puede llegar a recibir hasta 4 propuestas de 4 operadores diferentes, entrar en contacto con quién elija elaborando su "viaje ideal" y negociar el precio con el operador a través de un chat. Vamos, que cuando a la vuelta contemos nuestro viaje nadie podrá decir “Ah, yo ese tour ya lo he hecho”. Es sencillamente imposible.

Por primera vez somos más poderosos Las nuevas tecnologías han hecho que nos fiemos más de las opiniones de nuestros semejantes y, según un estudio de TripAdvisor, el 65% de los viajeros españoles afirman que las críticas influyen en sus reservas. Así que la reputación online de los hoteles se ha convertido en una auténtica obsesión de muchos establecimientos, ya que está comprobado que las cadenas con mejor imagen en Internet también son las que tienen mayores beneficios (en la actualidad lo es Meliá en ambas cosas). La hoja de reclamaciones no es ya nuestra única arma arrojadiza: pruebe a gritar “¡Pienso poneros una crítica destructiva en vuestro perfil!” ante cualquier percance y verá cómo ese maleducado recepcionista cambia rápidamente de rictus.

Según un estudio de TripAdvisor, el 65% de los viajeros españoles afirman que las críticas influyen en sus reservas

Y también lo son nuestros hijos Los tiempos en los que vivimos han hecho que sea posible algo que, al menos en nuestros años de infancia, parecía imposible: hacer caso a los niños a la hora de elegir el destino de las vacaciones. Las familias ya no escogen únicamente en base a criterios económicos, la opinión de los hijos influyen en un 40% de las decisiones sobre el destino y en un 60% de las del hotel. O al menos es lo que se desprende de un estudio del proyecto BRANDchild. En todo caso, se trata de unos datos en la onda de las nuevas tendencias del mercado y de la influencia de los tweens, los niños entre 6 y 12 años de edad, el nuevo target de las compañías. Se estima que al año mueven más de 170.000 millones de dólares en el mundo. Nunca fue mejor momento para ser niño.

Nuestros miedos han cambiado

Pero el temor a que os roben el pasaporte ha sido sustituido por el miedo a activar el 3G en el extranjero para evitar sobrecostes. En principio la Unión Europea se ha propuesto eliminar el llamado roaming para diciembre de este año, pero tendremos que esperar algo más debido a algunos países y compañías que no parecen muy de acuerdo con ello. De momento, las tarifas sí que se han rebajado bastante por imposición comunitaria, pero no lo suficiente como para que no nos sintamos un poco culpables cada vez que lo activamos para subsanar problemas tan básicos como: ¿Dónde estamos? o ¿Cuántos likes llevará mi foto de Instagram?

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