_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ruindades

Un periodista le dijo a Rivera que su reforma fiscal suponía bajar impuestos a la clase media, pero subirlos en ciertos artículos de primera necesidad

Félix de Azúa

Estuve atento a la entrevista que la Sexta mantuvo con Albert Rivera el pasado sábado. Defenderse durante horas de cinco (¿o eran seis?) incisivos periodistas da muchas pistas sobre la coherencia de un programa y la solidez del político capaz de defenderlo. Me pareció satisfactorio. Por el lado contrario, un detalle nimio me ilustró sobre su oponente.

Un periodista le dijo a Rivera que su reforma fiscal suponía bajar impuestos a la clase media, pero subirlos en ciertos artículos de primera necesidad, como el pan. Rivera adujo que, en efecto, la subida del pan suponía un porcentaje mínimo que estaba de sobra compensado por la rebaja general. Y entonces pasaron un comentario de Pablo Iglesias en el que decía que Rivera iba a subir el impuesto a las sillas de ruedas.

Es interesante advertir que un nuevo tipo de político ha hecho irrupción en el exiguo panorama de la democracia española. Un político que suele etiquetarse de populista, pero que en realidad es un demagogo insolentemente cínico. Cuando Iglesias dice que Rivera les quiere subir los impuestos a los parapléjicos sabe que habla para gente rabiosa, ese tipo de político que se ha formado en el botellón y la quema de cajeros. Nunca, ni en los peores momentos de Alianza Popular, habíamos oído argumentos tan estúpidos dirigidos a gente tan estúpida. Nunca habíamos visto concejales y concejalas tan zafios como los que han emergido gracias a Podemos. Debemos agradecer a este movimiento que nos abra los ojos sobre el estado comatoso en que se encuentra ese segmento de la población que se supone más o menos universitaria y de clase media.

Me parece indudable que en las próximas elecciones sólo hay que apoyar al partido que tenga como prioridad absoluta enmendar el espantoso desierto moral y educativo de este país.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_