Open Urban Lab: la cocina de la innovación urbana
Fotografía cedida por Víctor Coso / Tiramisú Producciones.
(*) Por Jon Aguirre Such.
El pasado miércoles 8 de abril asistimos a un evento de lo más especial. Especial no solo para Paisaje Transversal, sino también para una parte de la población de Zaragoza. Ese día tenían lugar las II Jornadas Zaragoza Smart City (#SmartZGZ), el encuentro perfecto para que ciudadanía, empresas y autoridades públicas debatieran y reflexionaran sobre los pasos que se debían dar para convertir Zaragoza en una ciudad inteligente.
En concreto, sobre las múltiples oportunidades de negocio que existen en la capital aragonesa en torno a las smart cities, las formas de situar Zaragoza a la altura de otras ciudades inteligentes españolas -como Barcelona, Valencia o Santander-, así como animar a otros municipios a que participen en proyectos innovadores relacionados con la ciudad inteligente.
Pero tales charlas no fueron la razón por la que el evento resultó tan especial. El culpable de nuestro entusiasmo lo tuvo el Open Urban Lab, el laboratorio urbano abierto de Zaragoza. Un espacio que nació el pasado año de la colaboración entre Etopia, el Centro de arte y tecnología de la capital aragonesa, Zaragoza Activa y Paisaje Transversal; funcionando como punto de encuentro entre ciudadanía, empresas y Administración Pública para crear proyectos conjuntamente y convertir, así, Zaragoza en una auténtica smart city.
Fue precisamente en las jornadas donde los asistentes pudieron conocer los proyectos que se han venido desarrollando en el laboratorio urbano. Así, ante un centenar de personas, integrantes de Neodoo, una empresa local fundada en el laboratorio, presentaron Want It!, la tarjeta ciudadana que servirá al pequeño comercio para fidelizar a la clientela.
A esta tarjeta, le siguió la presentación de Intellitraffic, un sistema de gestión eficiente del tráfico, idea del Grupo Oeísa que avisa a los usuarios, entre otras cosas, de cuándo hay un espacio libre para aparcar en la calle. Y, finalmente, el trabajo de Zeroaplus-EnergyMinus, el CIEM Data Lab, un sistema de monitorización que rastrea el consumo energético del Centro de Incubación Empresarial Milla Digital (CIEM) en Zaragoza.
Aunque fue por la tarde cuando el Open Urban Lab brilló. En Etopía -una de las sedes del laboratorio urbano de Zaragoza-, tuvo lugar el taller Delicias 2.0. Mapea Tu Barrio, una iniciativa que acogió a técnicos municipales, estudiantes y profesores de la Universidad de Zaragoza y a la Asociación Vencinal Manuel Viola con el fin de plantear qué funciones podría tener una app que ayudará a la población del barrio de Delicias a mejorar su entorno.
Toda una serie de proyectos, los del Open Urban Lab, que demuestran lo que una simple reunión entre ciudadanía, Administración y empresa puede llegar a conseguir.
Zaragoza, una smart city abierta
Las II Jornadas Zaragoza Smart City fueron el encuentro perfecto para descubrir los nuevos pasos que debe dar una ciudad que persigue, desde hace un tiempo, convertirse en la capital inteligente. Ciudad inteligente, entendida como aquella urbe que no inunda las calles de sensores o con parquímetros que aceptan pagos a través del móvil. Más bien, inteligente en el sentido de que aprovecha las iniciativas de la ciudadanía para resolver los problemas del lugar en el que residimos.
Una inteligencia que, tal y como hemos comentado en otras ocasiones en Paisaje Transversal, se viene traduciendo en iniciativas como la creación de laboratorios urbanos, como precisamente el Open Urban Lab, donde ciudadanos y ciudadanas aprenden, experimentan y crean proyectos que resuelven problemas urbanos de forma colectiva.
El uso de aplicaciones que echen una mano al tejido vecinal a compartir información sobre su barrio o ciudad y les ayuden a tomar ciertas decisiones -sírvanse de ejemplos, Livehood, Mindmier o Urbapps-. O la creación de una industria cultural y creativa que acerque el arte a la ciudadanía. Tal fue el caso del programa Esto no es un Solar, también en la capital aragonesa, que sirvió para darle un uso a los solares vacíos de la ciudad, gracias a las decisiones que la ciudadanía y autoridades locales tomaron juntos y que sirvió, además, para emplear a trabajadores en paro.
Bajo el título 'Construyendo Ciudades Abiertas', estas jornadas sucedían a las celebradas en 2013, aquellas en las que ponentes y asistentes debatieron acerca de cuáles serían las mejores formas para que empresas, ciudadanía y Administración colaboren entre sí y puedan convertir la idea de una Zaragoza inteligente en algo real.
Han pasado ya dos años desde ese primer encuentro y parece que los discursos que se dieron en el evento no han quedado relegados al papel.
(*) Jon Aguirre Such es miembro de Paisaje Transversal.
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