14 fotosMis ojos en tus manosGennet Corcuera estudió Magisterio en Educación Especial, es la primera sordociega española en obtener un título universitarioRut de las Heras BretínMadrid - 09 abr 2015 - 19:36CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceGennet Corcuera nació en Etiopía hace 34 años. No recuerda a sus padres, no sabe qué ocurrió con ellos, quizá fueron víctimas de la guerra civil o simplemente la abandonaron. Ella pasó sus primeros siete años en un orfanato en Addis Abeba. Salió de allí de la mano de su madre adoptiva, Carmen Corcuera. Una mano que nunca vio, pero que siempre la ha acompañado. Gennet recuerda la enfermedad de su madre, durante los últimos años de vida padeció alzhéimer. Cuando iba a visitarla a la residencia donde vivía le contaba que quería adoptar una niña en Etiopía. Esa niña era ella.Fernando Sánchez AlonsoGennet se hace una trenza, es muy coqueta. Está de espaldas al espejo, no lo necesita: es sordociega. No ve ni oye desde los dos años debido a una infección. No tiene ningún recuerdo de haber visto ni oído, era demasiado pequeña. Tampoco tiene sentido del olfato. El tacto lo es todo, es su conexión con el mundo. Un mundo poco adaptado a personas con discapacidad y cuyas barreras ha ido saltando hasta llegar a ser la primera sordociega con una carrera universitaria: Magisterio en Educación Especial. En mayo empieza a trabajar, eso significa que se va a cumplir su sueño.Fernando Sánchez AlonsoEn el madrileño parque del Retiro, Gennet pasa sus manos por las letras, en bajorrelieve, del pedestal de la escultura de Pedro Ponce de León. Un fraile del siglo XVI que fue de los pioneros en dedicarse a la educación de personas con discapacidad, en particular, a los sordomudos. Gennet agradece a la ONCE lo que ha hecho por su futuro. Ellos le han facilitado los dispositivos con los que se comunica: los conversores a braille, las tablillas... También, fueron los que le enseñaron el lenguaje de signos cuando llegó a Madrid con siete años.Fernando Sánchez AlonsoA Gennet le gusta pasar tiempo con sus amigos de ASOCIDE (Asociación de Sordociegos de España) varias tardes a la semana. Hacen excursiones. También le gusta ir al cine, pero necesita un acompañante que le vaya contando la película. Tiene que fiarse de sus compañías, puede sonar manido pero son sus ojos, su voz y sus piernas, le ayudan a moverse. Ahora cree en ellos, en otros momentos, por ejemplo en el hospicio de Addis Abeba, no tuvo la misma experiencia. Recuerda estar siempre sola o que los niños le escupieran en el arroz, episodios duros que cuenta sin cambiar el gesto.Fernando Sánchez Alonso"Si Alessandra deja de tocarme es como si me desconectaran el sistema nervioso", así se refiere Gennet a Alessandra Vadori, una joven italiana que llegó a Madrid en 2011 para estudiar lengua de signos española. Una profesora las puso en contacto y desde entonces Alessandra es el puente de Gennet, su conexión con la realidad de la mayoría. Va a buscarla por las mañanas y la ayuda a hacer gestiones, a hacer la compra o a lo que necesite. También se divierten juntas, ven películas en el ordenador. Una italiana y una etíope frente a frente hablando la misma lengua, la de signos.Fernando Sánchez AlonsoSi en una cafetería Gennet pierde el contacto con Alessandra se pone nerviosa. Estira el cuello como si la buscara. Se desubica. En la imagen, se están dando las gracias en lengua de signos apoyada, se escriben sobre la mano. Gennet lleva gafas para proteger sus ojos del polvo, ya que es propensa a coger infecciones. De niña, cuando llegó a España, su madre la llevó a varios médicos para que encontraran una solución a su enfermedad. No se podía. Como en la imagen, Gennet es sonriente, con una risa cantarina y contagiosa, que irrumpe en el momento más inesperado y que transmite optimismo.Fernando Sánchez AlonsoGennet siempre va con mochila, ahí lleva todas sus "armas" de comunicación, una de ellas es la tablilla que se ve en la imagen con el alfabeto y los números en relieve. Es el método que usa para comunicarse con quien no conoce la lengua de signos. Ella va marcando las letras hasta que forma las palabras. Generalmente cualquier movimiento de Gennet o de cualquier persona con su discapacidad es lento, hablar le lleva más tiempo, escuchar también. Su diplomatura en Educación Especial la hizo en seis años. Se matriculaba cada curso de la mitad de las asignaturas que sus compañeros. A ella le requería más esfuerzo recopilar los apuntes y pasarlos a braille.Fernando Sánchez AlonsoCuesta mucho saber lo que puede estar pasando por la cabeza de Gennet. Su vida es, y ha sido, difícil, pero ella se queda con lo bueno, hasta de sus malos momentos en Etiopía recuerda lo bien que la trataban las monjas. Está muy agradecida a los profesores que ha tenido. En la imagen se enmarca su rostro entre las manos de sus compañeros de ASOCIDE. En las reuniones hay mucho ruido, hacen sonidos guturales. Todos mueven las manos a la vez, se interrumpen, se quitan la palabra –la mano– los unos a los otros.Fernando Sánchez AlonsoAlessandra juega a la pelota con Gennet, un poco de ejercicio para mejorar sus movimientos. Es un poco torpe y tiene que trabajar ese aspecto. En realidad, la pelota es un globo, de lo contrario podría hacerse daño si le da en la cara. De sus juegos infantiles recuerda cómo en Etiopía las monjas les daban juguetes un día al año, cada 31 de diciembre. Luego los recogían y no volvían a repartirlos hasta el año siguiente para que no se estropearan.Fernando Sánchez AlonsoEn esta imagen Gennet apoya la mano sobre el hombro de Alessandra. Están en Peñagrande, el barrio de la italiana. Van a casa de Alessandra a ver alguna película o a merendar. A Gennet le gusta mucho la repostería, prepararla y comerla. Aprendió a cocinar "al tacto" y lo hace. Es en la calle donde más le cuesta manejarse sola. Siempre van del brazo y cuando hay algún escalón o impedimento Alessandra la protege colocándola detrás de ella.Fernando Sánchez AlonsoLa lengua natal de Gennet es el amárico, en ese idioma su nombre significa paraíso. Ahora usa varias lenguas, en la imagen aparece con el ordenador portátil y su traductor a braille. Los avances de la tecnología han facilitado la comunicación con y entre personas con discapacidad. Aún así, hay ciertos matices que no se llegan a comprender del todo. Gennet, por ejemplo, no entiende la ironía, le falta la percepción de los tonos, gestos, miradas...Fernando Sánchez AlonsoSi alguien piensa que Gennet no va a salir a la calle a protestar por lo que considera injusto, se equivoca. En la imagen participa en una manifestación a finales de 2013 contra los recortes a la Ley de Dependencia. Lleva un cartel en el que se lee: "Su botín es mi crisis". Es consciente de las ayudas que ella ha recibido y de lo necesarias que son. Todas las fotografía que se muestran en esta fotogalería forman parte de una exposición que se puede ver hasta el 14 de mayo en la Fundación ONCE en Madrid.Fernando Sánchez AlonsoGennet toca los relives del Partenon de Atenas. En realidad, lo que toca es la réplica de los mármoles helenos que hay en el Museo Tiflológico (Madrid), una institución dedicada a que las personas con deficiencias visuales, y quien quiera, pueda conocer y disfrutar de las obras de arte tocando copias realizadas ex profeso. Le gusta salir de la monotonía, divertirse. Tampoco le importa que le hagan fotos. Es la más mediática de sus amigos. Es un referente en la comunidad de sordociegos españoles al ser la primera que ha sacado un título universitario.Fernando Sánchez AlonsoEl vínculo que se crea entre el mediador, guía, acompañante y, en muchas ocasiones, amigo es muy fuerte. Alessandra dice que es un trabajo y que acabas acostumbrándote, pero sin duda, la relación es tan cercana, tanto física como emocionalmente, que se contagian estados de ánimo. Alessandra es el séptimo sentido de Gennet, es su canal para relacionarse.Fernando Sánchez Alonso