Presunción de culpabilidad
Hace pocos días anunciaba el ministro del Interior que desaparecía el término judicial “imputado”, para denominarse “investigado”. Y es que a todas luces parece necesario este cambio, pues no han bastado centenares de discursos políticos, miles de aclaraciones de contertulios en debates, y ni si quiera opiniones de jueces, que decían algo muy sencillo: estar imputado no significa ser culpable, lo que culpabiliza una acción es la condena. Sin embargo, en las calles hay un clamor porque los partidos lleven listas electorales sin imputados, lo que se llaman “listas limpias”.
El hecho de que la gente señale con el dedo incriminatorio a los todavía imputados podría tener su origen en medios que han inyectado en la sociedad dosis de esperanza o desconfianza. Ahora bien, en un tiempo en que la sociedad desconfía incluso de sus amistades, parejas y familiares a la hora de imaginar si estos han leído o no el whatsapp que les han enviado ¿no se estará convirtiendo en sistemática esta sensación de presunción de culpabilidad?— Josep Lluis Marí Cervera.
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