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Una separación récord: 100 millones

Randy Work, un exejecutivo de Lone Star, tendrá que pagar a su exesposa Mandy Gray una de las cantidades más altas fijadas por un tribunal británico

Mandy Gray y Randy Work.
Mandy Gray y Randy Work.CORDON

Londres sigue siendo la ciudad más generosa con las mujeres que aspiran a un divorcio y así ha vuelto a subrayarse esta semana con una nueva sentencia histórica. Randy Work, un exejecutivo multimillonario que durante años trabajó para el hedge fund Lone Star, tendrá que pagarle a su ex esposa Mandy Gray 100 millones de euros por su divorcio en lo que se considera una de las cantidades más altas a las que ha obligado a pagar un tribunal británico.

Mandy Gray, con la famosa abogada Fiona Shackleton.
Mandy Gray, con la famosa abogada Fiona Shackleton.CORDON

“No estoy seguro de que usted y yo vivamos en el mismo planeta”, le dijo a Work el juez Justice Holman durante la vista del caso. El ejecutivo había declarado que no tenía intención de pagarle a su mujer “ni un penique” porque había roto un acuerdo post nupcial que ambos habrían firmado en Texas en 2000. Según ese acuerdo, tras 20 años casados en los que ella se dedicó a criar a sus dos hijos y él a amasar millones comprando y vendiendo propiedades inmobiliarias en países en crisis, su mujer tenía derecho a 100 millones de euros y a ninguna de las propiedades de la pareja pero como había optado por acudir a juicio el marido defendía que habría perdido todos sus derechos sobre su fortuna. “Sería insatisfactorio y discriminatorio no repartir la fortuna de forma igualitaria”, había afirmado el juez tras escuchar los argumentos de Work.

Durante semanas el juez ha tratado de conseguir que la pareja llegara a un acuerdo amistoso “porque hay un montón de dinero para repartir” pero al final ha tenido que dictar sentencia y ha optado por dividir equitativamente entre ambos excónyuges la fortuna de 200 millones de euros, amasada íntegramente durante las más de dos décadas de matrimonio. La pareja, estadounidense, se casó en 1995. Entre 1997 y 2005 vivieron en Tokio, donde Work trabajó para Lone Star comprando propiedades en crisis durante los años más duros de la recesión japonesa.

Randy Work, a la salida del juzgado.
Randy Work, a la salida del juzgado.CORDON

En 2008, se mudaron a Londres pero en 2013 su esposa se enamoró de su fisioterapeuta y se fue a vivir con él. El juez escuchó los argumentos de su marido, sobre los daños provocados por la infidelidad de su ex esposa tanto en él como en sus hijos pero para el juez no se discutía la vida personal de la pareja sino cómo debía repartirse su fortuna ante la separación.

No obstante, de momento la cifra más alta que ha dictaminado un juez británico en un divorcio son 500 millones de euros, un tercio de la fortuna de otro hedge fund manager, Sir Chris Hohn. Su ex, Jamie Cooper-Hohn, lo consiguió el pasado diciembre tras pelearse con uñas y dientes para obtener al menos la mitad de la fortuna acumulada por su marido, un genio de las finanzas, según ella misma le definió.

Las esposas de los oligarcas rusos también prefieren Londres para sus divorcios ya que los jueces tienen manga ancha para decidir cuánta manutención han de pagar los maridos, incluyendo estimación de ganancias futuras. Además las propiedades siempre se reparten al 50%.

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