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Desde las cinco de la mañana, las calles empinadas del Guantillo, sin asfaltar y apenas transitables para los vehículos de cuatro ruedas, son un vaivén de mujeres cargadas con cubos llenos de masa de maiz para preparar los desayunos de sus familias y que después, adultos y menores acudan a cortar sus siembras de café.
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Los rostros de la migración hondureña

El Guantillo, un pueblo cafetero del centro del país, vive el éxodo de sus habitantes hacia el Norte. Muchos se quedan en el camino

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