6 fotosEl llanto de los bebés robados Desterradas hijas de Eva , del colectivo Generando Arte, reflexiona sobre los preventorios franquistas y los niños robados 10 mar 2015 - 00:27CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLa muestra surge de un encuentro entre Concha y Consuelo García del Cid, que en 2012 publicó el libro ‘Las desterradas hijas de Eva’, en el que sacaba a la luz uno de los agujeros más negros de la historia de España: la reclusión de cientos de niñas en preventorios, reformatorios como ese de San Fernando, donde Inmaculada Valderrama se suicidó. Tenía 15 años, y su suicidio se justificó como un intento de fuga. "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, por eso yo quiero hablar de Inmaculada. Cada una de las obras aquí expuestas, refleja el dolor causado, nuestro encierro involuntario y la fuerza interior, ahora externa, en manos de todas las artistas que han colaborado", contó Consuelo García del Cid en el texto que leyó el día de la inauguración.Susana García“¿Que por qué creamos un colectivo así?”, se pregunta Concha. “Sinceramente, porque no conocíamos algo con estas características, un colectivo de mujeres artistas que se dedicaran exclusivamente a la temática de género. Es una reivindicación, también, del poco papel que las mujeres tienen en el arte. El año pasado, en Arco, solo el 4% de los artistas eran mujeres”. El colectivo, que actualmente aglutina a unas 50 artistas de Europa y América latina, se creó a principios de 2014, pero en su corto año de vida ya ha realizado 7 actos. “Hay que dar visibilidad a este tipo de historias, que son en realidad reivindicaciones”, confiesa, señalando su propia obra, la de la imagen. “A veces”, cuenta, al borde de la emoción. “A veces, cuando a una mujer a la que le robaban a su hijo recién nacido y le decían que había muerto, ella exigía verlo. Era entonces cuando sacaban al feto muerto de la nevera, cosificado en una mera excusa, para que ella se lo creyera. Ese es el germen de mi obra”.Concha MayordomoLa obra de la imagen, de Luz Velasco, surge de un sueño recurrente de su infancia, una figura negra, envuelta en una capa, que devoraba niños. "En su origen era un sueño, un monstruo informe y anónimo", explica Concha mayordomo. "Pero ahora, tras todos los escándalos que se han ido conociendo, como el de Sor María, con toda la información que ha ido saliendo sobre este oscuro tema, podemos ponerle nombres a esta sombra".Luz Velasco"De todos los preventorios, el de San Fernando era el más cruel", cuenta Natacha Mazzitelli, otra de las artistas de la exposición y, también, la comisaria de la misma junto con Concha Mayordomo. Ahora, en esta capilla, 30 obras de diverso formato (Video, fotografía, escultura, pintura), de otras 30 artistas, dialogan y se contestan unas a otras, reflexionando sobre un tema tan oscuro. Su obra, en la imagen, muestra la mutilación de la mujer y su hijo, cosificado, robado.Natacha MazzitelliEn la imagen, las artistas reunidas el día de la inauguración. Hasta el 15 de marzo podrán contemplarse en la sala de exposiciones Juan Carlos I de San Fernando de Henares estos 30, como dicen ellas, gritos contra la impunidad. Estos 30 llantos de bebés arrancados de sus madres, estas 30 visiones, en suma, para contar la pérdida, el dolor y el miedo a las que muchas mujeres fueron sometidas. Porque los lugares tienen memoria, y hay cosas que no conviene que se ahoguen en el olvido.Pepa Santamaría