Juego de trenes
“Es una de esas cosas que es mejor no pensarlas, porque si no puedes acabar volviéndote loco. Cuando se cae un cuadro. Cuando despiertas una mañana y ya no la amas, cuando abres el periódico y lees que ha estallado la guerra. Cuando te miras al espejo y te das cuenta de que eres viejo. Cuando ves un tren y piensas: tengo que largarme de aquí”. Alessandro Baricco
Me gustan mucho los trenes. Debe de ser porque de pequeño, los Reyes Magos nunca me trajeron un tren eléctrico como el que tenían mis primos, algo debí de hacer mal. Carbón sí, pero sin tren para utilizarlo (ahora, como les ha salido la competencia de Papá Noel, Sus Tres Majestades se lo piensan tres veces antes de traerte carbón, menudos listos). Pues eso, que me gustan los trenes de verdad y los de juguete. Y Juego de tronos también.
01 Tren Chihuahua-Pacífico (México)
El Chepe, como también se le conoce, es uno de los pocos trenes de pasajeros que quedan en funcionamiento en México tras la decisión de dejar las vías férreas únicamente para los de mercancías. La ruta (Chihuahua-Creel-Barrancas del Cobre-Bahuchivo-Los Mochis) discurre entre los angostos cañones de la Sierra Madre, el territorio de los Tarahumara. Se puede hacer de una tirada, pero lo ideal es repartirla entre varias escalas y aprovechar para visitar los espectaculares escenarios que atraviesa en su recorrido, sobre todo las Barrancas del Cobre.
02 Eastern & Oriental Express. Singapur-Bangkok (Tailandia)
La compañía heredera del Orient Express, el mítico ferrocarril que unía desde finales del siglo XIX París con Estambul, tiene su propia versión asiática en el Eastern & Oriental Express. Un tren que enlaza Bangkok con Singapur a través de la península malaya, atravesando arrozales, bosques de palmeras y selvas tropicales. Para sentirse como Graham Greene.
03 Tren Hiram Bingham. Cuzco-Machu-Picchu (Perú)
Decorado al estilo de 1920, con vagones Pullman y capacidad para 84 pasajeros, cubre el trayecto entre Cuzco y la ciudadela inca de Machu Picchu en unas tres horas de glamour y piscosours.
04 Venice Simplon Orient Express. Londres-Venecia-Estocolmo
Un sueño que se mueve a 70 kilómetros por hora. Una travesía en el espacio –Londres-Venecia- y en el tiempo, hasta 1891, cuando el mundo parecía girar más lento. El primer Orient Express unía dos veces por semana París con Estambul vía Estrasburgo, Múnich, Viena, Budapest y Bucarest, pero el servicio se suprimió en 1962 y le sustituyó un nuevo Orient Express Directo, cuyo último tren circuló en 1977. Algunos de aquellos primeros trenes, con sus cabinas exquisitamente decoradas en estilo Art Decó, fueron restaurados por la compañía que actualmente lleva su nombre y en 1982 volvieron a circular. En junio también hará dos viajes, en ambos sentidos, entre Venecia y Estocolmo.
05 The Ghan. Adelaida-Darwin (Australia)
Después de más de un siglo, el sueño de unir por tren el norte y el sur de Australia, atravesando el árido outback australiano, se hizo realidad en febrero de 2004, cuando The Ghan, un convoy de dos locomotoras y 42 vagones, recorrió en 54 horas los 2.979 kilómetros que separan las ciudades de Adelaida, en el sur, y Darwin, capital de los territorios del norte, con una parada intermedia en Alice Springs.
06 Indian Pacific. Perth-Sidney (Australia)
Otro largo tren australiano que recorre la isla continente por el sur, desde el Índico (Perth) al Pacífico (Sidney), atravesando las Montañas Azules y la llanura de Nullarbor.
07 Ferrocarril de Jungfrau. Interlaken-Eggishorn (Suiza)
El Aletsch es el glaciar más largo de Europa (23 kilómetros). Se puede acceder en el ferrocarril de Jungfrau, que parte de Interlaken y trepa hasta los 3.454 metros de altitud atravesando el interior del temible monte Eiger (3.970 metros) antes de alcanzar la estación de Eggishorn, la parada de tren más alta de Europa.
08 Deccan Odyssey (India)
Los 21 vagones azules del Deccan Odyssey atraviesan el enorme Estado de Maharashtra, en el sur de la India, en un viaje desde Bombay que, durante siete días, visita las ciudades de Pune y Aurangabad, los templos de Ganapaiphule y Kailash, las playas de Goa y las cuevas hinduistas y budistas de Ellora y Ajanta. Este tren-hotel, en la línea de otros ferrocarriles de lujo como el Palace on Wheels (palacio sobre ruedas), que hace una ruta similar por las llanuras del Rajastán, tiene dos restaurantes, spa con tratamientos ayurvédicos y yoga, biblioteca y 48 suites.
09 The Golden Chariot. Karnataka y Kerala (India)
Uno los trenes más lujosos del mundo. Para viajar como un marajá majara por los estados de Karnataka y Kerala al sur de la India.
10 Tren Crucero. Quito-Guayaquil (Ecuador)
El nuevo Tren Crucero, un ferrocarril turístico de lujo, enlaza Quito y Guayaquil en un viaje de cuatro días y 450 kilómetros a través de los Andes por parajes como la Nariz del Diablo o el parque nacional del volcán Cotopaxi, en la foto sobre estas líneas.
11 Shangri-La Express. Pekín-Urumki (China)
Los mil kilómetros de vía férrea entre Kashgar, en el lejano oeste de China, y Urumqi, capital de la inmensa y desértica provincia de Xinjiang, permiten completar en tren el tramo chino de la Ruta de la Seda, un largo viaje que parte de Xian, donde se encuentra el ejército de terracota que protege la tumba de Qin Shi Huangdi, el primer emperador, y atraviesa algunos de los paisajes más asombrosos de China: las Montañas Celestiales, la depresión de Turfán o los “yermos ululantes” del desierto de Taklamakán. La ruta se puede hacer en ferrocarriles chinos similares a los que describe Paul Theroux en su libro En el Gallo de Hierro, o en trenes de lujo como el Shangri-La Express, que enlaza Pekín y Urumqi en viajes de 12 días.
12 Northern Belle. Bath-Edimburgo (Reino Unido)
Inspirado en la línea de los Vintage Trains de los años treinta, el Northern Belle, de la legendaria compañía Orient Express, entró en servicio en 2000 como hermano gemelo del que hace la ruta entre Londres y Venecia, y ofrece escapadas de un día o de fin de semana a lugares como Bath y Edimburgo.
13 Ferrocarril Austral Fueguino. Ushuaia (Argentina)
También conocido como Tren del Fin del Mundo o Viejo Patagonia Express. Fue construido por los convictos del penal de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, para abastecer de leña el presidio. Hoy funciona como tren turístico, tirado por locomotoras de vapor, entre Ushuaia y la estancia Harberton.
14 El expreso de Alaska. Anchorage-Fairbnaks (EE UU)
Hay muchas razones para viajar. Una de ellas puede ser acampar frente a un glaciar, dormir en bosques inabarcables de abedules y abetos, ver osos grizzly y contemplar algunas de las montañas más negras, afiladas y remotas del planeta. El Alaska Rail Road enlaza Anchorage y Fairbanks con paradas en lugares como Healy, cerca del parque nacional Denali.
15 Transiberiano. Moscú-Vladivostok (Rusia)
Hasta 1904, cuando se inauguró la línea férrea de 9.288 kilómetros que une Moscú con Vladivostok, atravesar Siberia era una difícil aventura, hoy reducida a un plácido traqueteo por las estepas y taigas siberianas. Varios ferrocarriles distintos recorren la ruta del transiberiano en una maraña de trenes con distintos números, precios, confort y destinos (el Transiberiano tiene paradas en las ciudades de Irkustk, Krasnoyarsk, Yekaterinburgo, Novosibirsk, Omskl y Tomsk). Desde agosto de 2011, un nuevo tren internacional enlaza las capitales de Rusia y de China. Un recorrido de 14 días con paradas y excursiones en Kazán, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Krasnoyarsk, Irkutsk, Ulán-Ude, Ulán-Bator y Erlyán.
16 Tren de la Araucanía. Temuco-Victoria (Chile)
Una locomotora a vapor de 1930 realiza un circuito turístico de 5 horas entre las ciudades de Temuco, la ciudad del sur de Chile donde transcurrió la infancia y juventud del poeta Pablo Neruda, y Victoria. Para embeberse de los paisajes acuosos de la Región de los Lagos, los mismos de los que el poeta chileno escribió: "Me llevaron sin habla / hasta la lluvia de la Araucania. / Las tablas de la casa / olían a bosque, a selva pura. / Desde entonces mi amor fue maderero / y lo que toco se convierte en bosque".
17 Canadian Pacific. Montreal-Vancouver (Canadá)
En su construcción, entre 1881 y 1885, participaron 12.000 hombres, 5.000 caballos y 300 trineos de perros, y hasta la década de 1940 fue el único medio efectivo de transporte de pasajeros hasta las regiones más remotas de Canadá, contribuyendo al poblamiento de la costa oeste. Hoy, por sus vías circulan solo trenes de mercancías, y el tren Royal Canadian Pacific, entre Calgary y el parque nacional de Banff, en las Rocosas canadienses.
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