Encuestas y sus dificultades

EL PAÍS publica a menudo encuestas para dar a conocer la opinión de los españoles sobre determinadas leyes, o sus preferencias políticas en un año electoral como pocos. Con cierta frecuenta hay lectores que me escriben para mostrar su desacuerdo con los resultados, o con los titulares que resumen lo más destacado de las respuestas. Es lo que ha ocurrido tras la publicación, el jueves, 12 de febrero, de una encuesta flash realizada por el instituto de estudios de Opinión Metroscopia, que trabaja para este diario desde hace una década, sobre las reacciones de los electores madrileños a la destitución de Tomás Gómez como líder del Partido Socialista de Madrid (PSM-PSOE).

El miércoles 11 de febrero, la web de EL PAÍS recogió, como los restantes medios, una noticia sorprendente: la destitución fulminante del líder del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, por decisión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Al día siguiente, la portada de la edición impresa de este periódico iba dominada por el siguiente titular a cuatro columnas: Sánchez se fortalece y el PSOE sube al primer puesto en Madrid. Y un sumario en el que se explicaba: Amplio respaldo a la destitución de Tomás Gómez, según un sondeo de Metroscopia. Ángel Gabilondo, probable candidato a la Comunidad.

  Un titular y una encuesta flash realizada el día anterior por ese instituto de estudios de opinión para EL PAÍS, que provocó incredulidad en algunos lectores. Uno de ellos, Juan Ochoa Michelena me escribió para lamentar, en primer lugar, que este periódico no hubiera dicho nada contra la escandalosa destitución de Gómez. EL PAÍS se aparta de su línea generalmente de más altura de información, análisis e imparcialidad, al no emitir apenas críticas (excepto la de Iñaki Gabilondo) ante lo que cabe interpretarse como un auténtico golpe de mano frente a un dirigente político elegido por vías ampliamente democráticas, como son unas primarias, y que no ha sido imputado por la justicia. Hechos como estos podrían efectivamente definirse como de la más pura esencia golpista.     

    David Alandete, director adjunto explica: El diario informó puntualmente, tanto en su edición digital como en el periódico impreso, de la destitución de Tomás Gómez, citando abundantes fuentes y habiendo contrastado la información debidamente. La información era relevante para el lector, dada la importancia histórica del Partido Socialista en Madrid y la cercanía de las elecciones. Previamente, EL PAÍS publicó abundante información sobre investigaciones relativas al incremento de presupuesto del tranvía de Parla, por el que la fiscalía investiga a estrechos colaboradores de Gómez.

Otros lectores me escribieron asombrados por la celeridad con la que EL PAÍS y Metroscopia habían realizado la encuesta. A todos ellos remití el enlace al blog que mantiene en la web de este diario este instituto demoscópico, y cuya entrega de ese día explicaba el proceso de realización de la encuesta. Según dicha información: Durante siete horas y media (desde las 13.00 hasta las 20.30 horas) 38 entrevistadores telefónicos realizan 20.365 llamadas para lograr completar las 800 entrevistas que con una duración media de 3:07 minutos conformarán el sondeo.

Juan José Ortega, Cherif Nagem, Rufino Teruel, o Joan Ribó Chalmeta, me plantearon sus dudas ese mismo día, y este último lector calificó la encuesta de ofensiva, hasta tal punto le resultaban sus resultados difíciles de creer. Alandete justifica totalmente la decisión de EL PAÍS de encargar este sondeo y de publicar los resultados en la portada: Ante la importancia política de la destitución, se encargó una encuesta, de indudable valor añadido para el lector, a Metroscopia, una empresa de reconocido prestigio, solvencia e independencia, con la que EL PAÍS colabora de forma habitual. Prácticamente todas las encuestas de Metroscopia han sido publicadas en la primera página de este diario, por su indudable valor sociológico e informativo.

le he preguntado a José Juan Toharía, presidente de este instituto de estudios de opinión, que trabaja en la elaboración de encuestas para EL PAÍS desde hace diez, que explique a los lectores cómo se realizó este sondeo. Para una explicación razonablemente detallada de todos los aspectos técnicos", responde Toharia, "pueden consultar el post Así se hizo, publicado el día 12 de febrero en el blog de Metroscopia en EL PAÍS. Este sondeo de urgencia no es, desde luego, el primero de estas características que llevamos a cabo. Cualquiera puede entender que nadie de cuantos integramos Metroscopia arriesgaría la credibilidad y el prestigio que en tantos años hayamos podido adquirir publicando un estudio que no se ajustara estrictamente a los criterios de calidad que nos autoimponemos.

He leído esa entrada del blog, y veo en ella un único problema. los analistas de Metroscopia explican así el objetivo fundamental de la encuesta: ¿Cómo iba a influir en los votantes madrileños esta decisión? ¿Cambiaría de manera sustancial la tendencia de voto reflejada en una encuesta muy reciente realizada sobre 1000 entrevistas los días 22 y 23 de enero?. Pero la encuesta a la que se hace mención y con la que se comparan los resultados del sondeo flash no se publicó en EL PAÍS, porque, como explica Toharia, no nos la encargó este periódico. Considero que no debería haberse utilizado como elemento de comparación de la encuesta del día 11 de febrero, ya que sus resultados eran totalmente desconocidos para los lectores de este periódico, y eso podía desconcertarles y dar lugar a suspicacias.

Por otra parte, en el análisis de apoyo a la encuesta publicada el jueves 12 de febrero, y firmado por José Pablo Ferrandiz y Francisco Camas, investigador principal y analista de Metroscopia, respectivamente, se advertía: todos estos datos deben tomarse con cierta prudencia. Una recomendación razonable, dado el impacto que en el partido y en sus votantes tuvo la decisión de Sánchez. Por este motivo, creo que fue precipitado destacar en primera página unos resultados que pueden ser coyunturales.