_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La Marcha

Pero se puede decir, con la misma ironía, que es para felicitarse que en España, por una vez, una tesis universitaria se confirme en la práctica

Manuel Rivas

 En la farmacia, alguien pide una de Lyrica. Afuera, llueve y ventea con una furia que se lleva los paraguas rotos hacia aquella isla donde el santo navegante Brandán se encontró, en forma de pájaros, con los ángeles neutrales. Veo que la lírica viene en una caja de pastillas. La realidad es hoy un sistema de signos. Todos necesitamos una lírica, una épica, y hasta un paraguas que resista. La crisis de la llamada Cultura de la Transicióntiene que ver con el desahucio lírico y épico en una democracia de sociedad limitada, con demasiada gente arrojada a la intemperie. Mucha gente se ha ido con los paraguas rotos. Pero también hay muchos signos que resisten. Es posible que hoy, en Madrid, en la llamada Marcha del Cambio, se reúnan cientos de miles de signos. La capacidad de convocatoria de Podemos, su propia condición de superfluido humano, se explica por ese estado de vergüenza en que vivimos. El joven Marx, el más interesante y el más lírico de los Marx, el que luchaba por la democracia en Alemania, escribió una carta célebre en la que hablaba del sentimiento de “vergüenza” como el principal principio activo para el despertar de una sociedad noqueada. El superfluido se está convirtiendo en algo sólido. Savater ironizaba esta semana sobre el peligro de los politólogos metidos a políticos. Pero se puede decir, con la misma ironía, que es para felicitarse que en España, por una vez, una tesis universitaria se confirme en la práctica. Hay quien habla de una revolución democrática. Lo que es obvio es que necesitamos una resurrección democrática. Sería un error de Iglesias confundir el cambio con la conquista del poder. Como es un desastre de sus adversarios convertir la política española en un nuevo videojuego bipartito: a favor o en contra de Podemos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_