Carmen Lomana y sucedáneas
Lo que nos faltaba en esta España paciente, sufridora de generalizados desmanes y corruptelas, es que aparezca la señora Carmen Lomana y sucedáneas como defensoras de personajes, primero “anónimos cobradores”; después, “manifestantes asamblearios”, y ahora, “políticos de nueva casta”. Los platós televisivos han conseguido, con salvadoras como estas, que los españoles se acuesten antes para no oír tantas sandeces. Seguramente les falta llevar a cabo algún año de reciclaje que les sirva para recordar que las mentiras están llenas de oscurantismos y que los países se desarrollan con personas y políticos honrados y transparentes. Señora Lomana y sucedáneas: por favor, ¡no se presenten a diputadas o senadoras!— Ángel Alonso Pachón.
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