Tres mujeres más acusan a Bill Cosby
En una conferencia de prensa han asegurado que fueron víctimas del actor en las décadas ochenta y noventa. Son ya más de 20 las afectadas
Tres mujeres más se han sumado este miércoles a la lista de las que acusan al comediante Bill Cosby de abusar sexualmente de ellas en las décadas de 1980 y 1990, según declararon las presuntas víctimas en una rueda de prensa en Los Ángeles. Son ya más de una veintena las mujeres que han dado un paso al frente para contar a los medios de comunicación sus supuestos encuentros con el célebre actor, quien en la mayoría de las ocasiones, y según la versión de ellas, las drogaba con una pastilla para evitar que se resistieran a sus deseos sexuales.
Las tres nuevas acusaciones, al igual que el resto, se limitan a un testimonio público ya que el crimen habría prescrito dado el tiempo transcurrido desde el supuesto delito. Dos de las nuevas presuntas víctimas, de nombre Linda Kirkpatrick y Lynn Neal, explicaron que conocieron a Cosby en un club de tenis.
Kirpatrick dijo que accedió a ir a una fiesta a su habitación de hotel donde tras beber un trago que le ofreció el actor perdió el conocimiento, mientras que Neal relató que fue con Cosby a cenar y quedó aturdida tras tomar un vodka que pidió para ella el artista. En ambos casos, cuando recobraron el sentido, encontraron al cómico manteniendo relaciones sexuales con ellas.
La tercera acusación de hoy fue hecha por una mujer que responde al nombre de Kacey (no identificó su apellido), quien contó que trabajaba para una agencia que representaba a Cosby, que en una comida en un hotel de Los Ángeles le pidió que se tomara una pastilla, algo que ella hizo. Cuando recobró la consciencia descubrió que estaba en la cama del actor, que descansaba a su lado desnudo, según su relato.
Bill Cosby ha contratado a un ejército de abogados para encontrar cualquier rastro de indecencia con la que poder mancillar la imagen de sus acusadoras, hasta las más de 20 mujeres que a estas alturas aseguran que Cosby las agredió sexualmente en algún momento de sus vidas. Es una cifra que va en aumento semana a semana por lo que el actor ha decidido tomar la ofensiva. Según el periódico The New York Post, Cosby está pagando cifras millonarias a investigadores privados por cualquier información “que pueda desacreditar a sus supuestas víctimas”. Son muchas las fuentes que confirman que el actor, mediante su abogado Martin D. Singer, está poniendo en práctica la táctica de acoso y derribo, en la que utilizar “cualquier cosa negativa” del pasado de sus acusadoras “es juego limpio”.
Singer es un nombre popular en Hollywood y abogado conocido por sus tácticas agresivas. Con unos honorarios que rondan los 700 euros a la hora, en las últimas décadas Cosby ha recurrido a sus servicios en numerosas ocasiones. El mismo abogado también ha trabajado con otras figuras polémicas como la de Charlie Sheen y Arnold Schwarzenegger. Y al menos una de las compañías de detectives privados contratadas en esta ofensiva cuenta con media docena de expolicías de Los Ángeles a su servicio removiendo el pasado de las supuestas víctimas.
Cosby no ha sido condenado nunca por un tribunal por abusos sexuales, si bien en 2006 llegó a un acuerdo extrajudicial con la que fuera directora de operaciones de la Universidad de Temple que le había denunciado por propasarse con ella en 2004.
La familia del actor y sus representantes han rechazado las acusaciones, lo mismo que quien fuera su esposa en la ficción en su conocida telecomedia The Cosby Show, Phylicia Rashad, quien aseguró que no había que hacer caso a todas esas mujeres que están logrando la "destrucción del legado" de Cosby.
El intérprete, de 77 años, fue durante las décadas de los 60, 70 y 80 el referente de la comedia televisiva, y su programa más conocido, la telecomedia The Cosby Show, sentó un precedente en la pequeña pantalla. La serie estuvo en producción entre 1984 y 1992 y, en su mejor momento, contaba con más de 70 millones de espectadores. El actor ha dado discursos en universidades y se ha mostrado siempre un firme defensor de los valores de la familia, algo que trataba de transmitir con sus trabajos
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