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Hello Kitty para hombres

Yuko Yamaguchi, diseñadora del personaje, se lanza ahora a conquistar el mercado masculino. Entre sus seguidores están desde Lady Gaga a la línea taiwanesa EVA Air, que la lleva en el fuselaje de sus aviones

Macarena Vidal Liy
Yuko Yamaguchi, diseñadora de Hello Kitty.
Yuko Yamaguchi, diseñadora de Hello Kitty.

Hello Kitty acaba de cumplir 40 años el 1 de noviembre, según la biografía oficial divulgada por Sanrio, la compañía que la creó, y ya lo ha conseguido casi todo. Pese a altibajos en su éxito, este personaje, una de las marcas más famosas de Japón, no ha dejado de generar millones. Los productos con su imagen -carente de boca, pero siempre con un lazo en el pelo- suman más de 50.000, desde lápices de colores hasta ordenadores. Tras haber conquistado a tres generaciones de mujeres, cree que puede hacer lo mismo con los varones. Y pretende hacerlo con la ropa.

“Hello Kitty es querida y apoyada ya por todo tipo de mujeres”, desde las de 50 que se aficionaron al personaje ya desde sus comienzos a las niñas que hoy tienen las habitaciones llenas de sus productos, “pero hasta ahora no hay aficionados masculinos”, dice su diseñadora jefe, Yuko Yamaguchi, en las oficinas de Sanrio en el centro de Tokio. No es por falta de interés de los hombres, asegura. Las madres entusiastas de la marca, al menos en Japón, “cuando tuvieron varones los criaron enseñándoles imágenes de Hello Kitty. Esos hijos, que ahora tienen 20, 30 años, no sienten vergüenza en ponerse ropa con esos diseños, pero hasta ahora no hay artículos adecuados para ellos”.

“Por eso, desde el año que viene empezaremos a desarrollar artículos para los varones entre 20 y 30 años. Serán prendas no sólo bonitas, al mismo tiempo incorporarán algo de humor, serán algo fresco”, promete Yamaguchi en una entrevista concedida durante un viaje por invitación del Foreign Press Center de Japón.

Ella es la tercera diseñadora que ha tenido el personaje, creado por Yuko Shimizu. Yamaguchi llegó al puesto en 1980, un poco por casualidad. Ella trabajaba en otro departamento y la retirada de la segunda diseñadora, Setsuko Yanekubo, coincidió con un fuerte declive en las ventas. Para relanzar la marca, Sanrio pidió ideas a varios empleados. “Pensé que Kitty debía tener su propio cuento. Deseaba hacerse pianista, pero no había dibujos de ella con su piano. Así que dibujé un cuento del día que recibió su primer piano. Sus padres, que la adoran, están muy contentos. Y su hermana gemela Mimmy tiene mucha envidia. Les gustó y me dijeron que me encargara yo del personaje”. Hasta hoy.

Tras escuchar las opiniones de las aficionadas de entonces, que consideraban que el personaje había pasado de moda, decidió darle un nuevo giro. Tras una temporada en EE UU, lanzo en 1984 una línea nueva, Tiny Jam, que se convirtió en número uno de ventas de Sanrio. El éxito continuó y Hello Kitty se convirtió en el personaje más vendido en el mercado japonés. Hoy una de las imágenes de dibujos japoneses más reconocibles en el extranjero. Tiene entre sus seguidores a celebridades como Lady Gaga. Una línea aérea, la taiwanesa EVA Air, la lleva en el fuselaje de algunos de sus aviones. Sus ventas superan los 5.600 millones de euros anuales. “Preguntamos continuamente a los aficionados, y producimos adaptándonos al gusto de cada país”, aduce la diseñadora para explicar su éxito.

En estos años, Hello Kitty ha evolucionado. Sigue siendo, según su diseñadora, la misma niña a la que le gusta el pastel de manzana de su madre. Pero por el camino se ha echado un novio, Dear Daniel, y tiene su propia mascota, una gata. Y desde que cuenta con sus propios parques temáticos -el próximo tiene previsto abrir sus puertas en China en 2015- “se ha descubierto como dotada para cantar y bailar”. Este año, su naturaleza generó polémica -¿es una niña o una gata?-. La diseñadora es tajante: “¡Es una niña! No va a cuatro patas. La que es una gata es su mascota”.

Fiel a la imagen de marca, Yamaguchi lleva reproducciones de su personaje hasta en las uñas. Pero en casa, asegura, sólo tiene una Kitty, una muñeca en posición durmiente. “No me gusta llevarme trabajo a casa.Y cuando Kitty está cerca de mí, si está despierta, ¡me dice que trabaje!”

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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