Los berlineses del Este cruzaron hacia el Oeste momentos después de la apertura del muro de Berlín en la medianoche del 9 de noviembre de 1989. En la imagen, un hombre rompe con un martillo una parte del Muro, cercana a la puerta de Brandenburgo, después de la caída de la frontera de la Alemania del Este.Fabrizio Bensch (Reuters)Los soldados eran los encargados de vigilar los pasos fronterizos para evitar que la gente huyese de la República Democrática Alemana. En la denominada Franja de la Muerte, una zona del Muro cubierta de arena (para que las huellas quedasen registradas) y muy iluminada (para evitar los escapes por la noche), los soldados estaban permanentemente controlando armados con rifles y perros adiestrados.Dirk Eisermann (Cordon Press)Alrededor de las 23.00 del 9 de noviembre la aglomeración de gente era tal que los guardias empezaron a dejar pasar a los ciudadanos al otro lado del Muro. En torno a 20.000 personas cruzaron en las horas posteriores.Fabrizio Bensch (Reuters)Los miles de ciudadanos que se reunieron en los distintos controles del Muro celebran su caída.Mark Power (Magnum Photos / Contacto)Un conductor de un Trabant, un vehículo de bajo coste de la RDA, pasa por un punto de control del muro de Berlín mientras varios ciudadanos le animan.Sven Simon (Cordon Press)En la imagen, los ciudadanos celebran la apertura del Muro mientras se suben sobre él, a la altura de la puerta de BrandenburgoFabrizio Bensch (Reuters)Ciudadanos berlineses usan un martillo y un cincel para romper una de las secciones de la parte de arriba del muro de Berlín.Fabrizio Bensch (Reuters)Durante los días siguientes a la caída del Muro, la ciudad entera vivía momentos de gran alegría y reinaba un ambiente festivo. Algunos restaurantes y bares repartían consumiciones gratis.Mark Power (Magnum Photos / Contacto)En el transcurso de la noche del 9 de noviembre, todos los pasos fronterizos fueron abiertos y miles de berlineses salieron a las calles a celebrar la caída del muro de Berlín.Herbert Knosowski (Reuters)
