El peligro de las adelfas
Esta semana me crucé con una señora de avanzada edad que llevaba entre las manos un ramillete de adelfas. La advertí de que tuviese cuidado con esa planta debido a su toxicidad, pero ella me miró incrédula y siguió su camino. Me pregunto si aquella señora también pensaría que le estaba tomando el pelo si en vez de tener 20 años tuviese 15 más.
Y es que, a pesar de que la juventud de hoy es la más preparada de la historia de nuestro país y la mayoría de nosotros estamos comprometidos con la sociedad en la que vivimos, aspirando a consolidar una actitud democrática, honesta y dialogante que arranque prácticas arraigadas como el nepotismo y la corruptela, parece que determinados sujetos y medios de comunicación se empeñan en encasillarnos en la juventud hedonista, vandálica y conflictiva que les da más share. Por eso les pido que no nos vean como sinuosas adelfas, sino como aquellos que quieren aportar su grano de arena para que la España de mañana sea mejor que la de hoy.— Juan Bautista Cartes Rodríguez.
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