El artista de Lugo
El eccehomo de Borja era realmente un adefesio, pero lo que llevó a él y lo que ha llevado al polémico retablo de Lugo no tienen nada de malo. Todo lo contrario. A mí el retablo me parece encantador y, si me pongo estupendo, diré que hasta muy contemporáneo. Como mínimo la mano de Titanlux protegerá la madera hasta el día en que llegue el artista que lo reinvente en todo su esplendor, si es que llega. Porque me gustaría saber cuántos ebanistas hay en este país capaces de diseñar un retablo decente; cuántos pintores sabrían dorarlo y policromarlo con dignidad y cuántas autoridades eclesiásticas serían capaces de ajustarle un programa figurativo.
El arte litúrgico serio es hoy tan descorazonador como tanto otro arte de galería. Lo que sí tenemos es autoritarismo vulgar de un lado y mofa aún más vulgar del otro.
En medio, gracias a Dios, nos quedan algunas personas decentes que, sin saberlo, nos están dando una lección de algo importante.— David Sanmiguel Cuevas.
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