Así desaparecen los glaciares de Groenlandia
Como ya comenté, estoy estos días de viaje por Groenlandia. Y una de las cosas que más ilusión me hacía era que iba a volver al glaciar Qalegalit, en el que en 2009 empecé una expedición con trineos y pulkas al interior del Inlandis, el gran casquete de hielo que cubre toda la isla.
Sin embargo, cuando llegué allí lo que sufrí fue una decepción y un shock tremendo: nada de lo que yo recordaba estaba igual. En apenas 5 añosel glaciar Qalegalit había perdido tal masa de hielo que el lugar en el que desembarqué me era totalmente irreconocible.
Mirad esta fotografía de 2009:
Y comparadla ahora con la que tomé hace unos días:
El lugar por el que caminábamos en la primera imagen es casi el mismo queen el que estabaen la segunda, montado en una zodiac.La puntita de roca que se ve a lo lejos, rodeada de hielo, es esa montaña que aparece ahora en primer plano, ya casi tocando al mar. ¡Tremendo!
Esta otra es una vista panorámica del frente del glaciar Qalegalit en 2009 tomada desde el lugar en el que desembarcamos. Si os fijáis, dos lenguas glaciares rodean la montaña de enfrente:
En la foto de ahora, tomada desde la misma posición, esa misma montaña es ya una península aislada de la que se han retirado las dos lenguas glaciares. La de la derecha incluso ya no llega a tocar el mar:
Todos hemos escuchado y leído (menos el primo de Rajoy) que el calentamiento global es un hecho incuestionable. Que en la última década, Groenlandia ha perdido 10.000 millones de toneladas de hielo por año…
Pero solo cuando lo ves con tus propios ojos, cuando puedes comprobar con tus propias fotografías que en el ridículo tiempo geológico de 5 años, un glaciar por el que caminaste con crampones y piolets sorteando grietas es ahora un brazo de mar abierto, te das cuenta de la magnitud del problema.
El clima de la tierra sufre oscilaciones cíclicas, y un periodo frío viene seguido siempre de otro más cálido. Ese es un hecho natural que lleva produciéndose millones de años. Pero la aceleración que está tomando este nuevo ciclo cálido es tan alarmante como evidente.
Y aún hay quien piensa que en esto los humanos y nuestras actividades no tenemos ninguna responsabilidad.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.