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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

"Muchos africanos aún creen que, viniendo a Europa, está todo hecho"

El Hadji Malik, sengalés, llegó a España hace siete años como tantos otros compatriotas: en una patera atestada de gente con el sueño común de alcanzar la vieja Europa. Dice que no habla bien español, pero este mecánico de coches que pasó de vivir en el barrio de Cambarene, en Dakar al municpio de Antequera se hace entender. Así relata los horrores de su viaje en patera y sus primeros pasos en España en esta entrevista de la campaña Todas las piezas son importantes de Málaga Acoge.

¿De qué se acuerda del viaje en patera?

De la patera es algo de lo que se puede hablar todo el día, y es una cosa que no aconsejo a nadie, nunca: hay muchísimo riesgo. Y hay de todo. Nosotros salimos de Senegal y echamos 12 o 13 días de viaje. Cuando faltaban dos o tres días y veíamos ya las montañas españolas a lo lejos, se acabó la comida. Fue muy duro.

¿Cómo fue el viaje?

Nosotros salimos de Senegal. Desde ahí pasamos por Nouadhibou, en Mauritania, porque no sabíamos si teníamos gasolina suficiente para ir a España y estuvimos un par de días buscándola, algo muy peligroso porque hay muchos controles en la zona, ya que no quieren que las pateras pasen por allí: hay que tener mucho cuidado y salir de noche siempre. De ahí seguimos navegando por la costa de Marruecos, donde están los verdaderos problemas. Estuvimos cinco días en esa zona hasta llegar a España y, al ser el final del viaje, hay de todo… Es algo muy difícil de explicar.

¿Viajaba con muchas otras personas?

Éramos muchos. Llegamos a Tenerife unas 80 personas: estábamos como sardinas. Imagínate todos esos días con todas esas personas sin ducharse, metidos en la patera tantos días… Y los últimos días sin comida, es algo muy complicado.

¿Qué pasó al llegar a España?

En Tenerife nos esperaba la Guardia Civil y luego pasamos unos días en un centro especial para inmigrantes, algo más de 30 días. De ahí nos enviaron a Madrid: nos metieron en un hotel y una asociación nos ayudó para pasar una semana allí. Luego me vine ya a Málaga para vivir con un muy buen amigo de mi hermano en Valle de Abdalajís, donde estuve los primeros meses. No sabía español ni podía hacer mucho, así que al tiempo salí de allí para buscarme la vida; pero no es fácil trabajar: es muy difícil encontrar empleo hoy día.

¿A qué se dedica?

Mi profesión es electricista de coches, es lo que he hecho durante muchos años. Quizás me he quedado un poco anticuado con los nuevos coches que van con código y tarjeta, pero vaya, todos los coches desde 2008 hacia atrás los sé trabajar. Sobre todo aquí puedo trabajar con mis compatriotas, que son los que me llaman más para arreglar sus coches. Y a veces también desde Málaga Acoge me llaman para distintas cosas. Pero es muy difícil trabajar y yo vivo regular, así así… Es difícil.

¿Se le pasa por la cabeza volver?

En Senegal, la gente que tiene suerte, se nota. Y los que no tienen suerte, no se nota. ¿Me explico? Te pongo un ejemplo: si dos inmigrantes llegan juntos desde Senegal, el que tiene suerte trabaja, consigue dinero y vuelve varias veces. El que no tiene suerte, se queda en España. Y la gente en Senegal no sabe por qué se ha quedado: por su éxito, porque le gusta España o porque no tiene dinero, quién sabe. Pero si vuelven, es que sí han tenido éxito, se compran un coche, una casa… Y el que no tiene suerte, no vuelve, no se siente bien. Dentro de la cabeza de muchos africanos aún está que viniendo a Europa está todo hecho. Y no es así.

¿Se ha encontrado con actitudes racistas?

Sí, sí claro que me he encontrado situaciones así. Pero en todos los sitios pasa lo mismo, hay que aguantar, intentar colaborar con todos y vivir como vive la gente aquí. Yo prefiero que la gente me diga “Negro, ven aquí”; Me gusta porque esa gente no es mala en general y te ofrecen un respeto desde el corazón. Hay otros que te hablan con mucho respeto pero en el fondo son muy, muy racistas.

¿Qué se les puede decir a esas personas?

Yo el tema del racismo no lo tomo muy mal. Yo creo que ellos no saben, son ignorantes. Es algo que también pasa en África, allí también hay racistas. Son gente que no sabe, que no ha salido de su pueblo, que no quiere aprender… Para mí toda la gente es igual. La única diferencia es la mentalidad. Yo he trabajado con mucha gente desde que estoy en España y me he encontrado un poco de todo.

Comentarios

Hoy se ha oído por la radio a un misionero español, que regenta un centro religioso de acogida en un país africano decir, que aun se dan casos de venta de niños y niñas como esclavos en África.Y que en el centro acogen a jóvenes de acuerdo con las autoridades para reinsertarlos en la sociedad, enseñando oficios y formándoles para que se puedan integrar en la sociedad, después del trauma sufrido.Cuando desde nuestra cultura tratamos el problema social a nivel de recortes y carencias en ayudas.En otros sitios es que se dan aun ahora casos tremendos de explotación y tráfico de seres humanos.Constatándose un atraso social tremendo y una separación cultural de siglos.Es normal que intenten huir hacia el mundo civilizado, quienes no tienen nada, ni esperanzas de salir de la miseria, la enfermedad, o las catástrofes de las guerras en regiones olvidadas.Buscando los derechos humanos que nos ponen a las personas por encima de los animales.
Hoy se ha oído por la radio a un misionero español, que regenta un centro religioso de acogida en un país africano decir, que aun se dan casos de venta de niños y niñas como esclavos en África.Y que en el centro acogen a jóvenes de acuerdo con las autoridades para reinsertarlos en la sociedad, enseñando oficios y formándoles para que se puedan integrar en la sociedad, después del trauma sufrido.Cuando desde nuestra cultura tratamos el problema social a nivel de recortes y carencias en ayudas.En otros sitios es que se dan aun ahora casos tremendos de explotación y tráfico de seres humanos.Constatándose un atraso social tremendo y una separación cultural de siglos.Es normal que intenten huir hacia el mundo civilizado, quienes no tienen nada, ni esperanzas de salir de la miseria, la enfermedad, o las catástrofes de las guerras en regiones olvidadas.Buscando los derechos humanos que nos ponen a las personas por encima de los animales.

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