Los refugiados viven hacinados en pisos de alquiler, tiendas y locales que alquilan por precios desorbitados o en mezquitas que las familias dividen con tablones y sábanas para tratar de ganar intimidad.Pablo Tosco/Oxfam IntermónCampo de refugiados palestinos de localidad libanesa de Baalbeck. Líbano.Pablo Tosco/Oxfam IntermónSaif Dawour, sentado junto a su hija. Se encuentran en la vivienda que han habilitado en un campo de refugiados palestino levantado alrededor de unos barracones militares en la localidad libanesa de Baalbeck.Pablo Tosco/Oxfam IntermónUna mujer se asoma a la calle desde la puerta de su casa, en el campo de refugiados palestinos de localidad libanesa de Baalbeck.Pablo Tosco/Oxfam IntermónSaif Dawour en su vivienda, una estancia húmeda con una sola ventana, paredes desconchadas y una puerta al exterior que permanece cerrada.Pablo Tosco/Oxfam IntermónUn hombre desciende las escaleras del campo de refugiados palestino-sirios de Al Jaleel, en Líbano.Pablo Tosco/Oxfam IntermónUna mujer lava los platos en la cocina de su nueva vivienda, en el campo de refugiados palestinos de localidad libanesa de Baalbeck.Pablo Tosco/Oxfam IntermónUna mujer sostiene a su hija dentro de una vivienda temporal en el campo de refugiados palestinos de localidad libanesa de Baalbeck.Pablo Tosco/Oxfam Intermón
