Bicis en Madrid
Por fin han aparecido las bicis de alquiler público en Madrid, y además eléctricas con, al parecer, más de un problema en el sistema en los primeros días. Pero desengañémonos, el problema no es si el sistema funciona o no, que acabará haciéndolo, ni si las bicis son eléctricas (innecesario y artificialmente complejo) o no, el problema real es la necesidad de seguir compartiendo la calzada con los coches, exceptuando los pocos carriles bici existentes. El sucedáneo de los carriles compartidos con limitación a 30 kilómetros por hora no lleva a nada, ya que sigue manteniendo la emoción, realmente fuerte para una persona media no especialmente aguerrida, de ver cómo un coche te adelanta por el carril contiguo, casi rozándote, o gira desde tu izquierda para tomar una calle a la derecha, apareciendo de golpe justo delante.
El valor que hay que tener para circular en esas condiciones aparta a la masa real de candidatos, que pueden estar convencidos y deseosos de usar la bici, pero no hasta el punto de experimentar a diario emociones semejantes a los encierros pamplonicas: la solución, separar, es decir, carriles bici.— José Luis González de Prado Díaz.