La crisis política acaba con el reinado de Mis Universo en Tailandia
Los comentarios contra los seguidores del gobierno depuesto por el golpe de Estado provocan que Weluree Detsayabut renuncie Hace un mes que logró el galardón
Weluree Ditsayabut es el mejor ejemplo de que el público no espera que las mises hagan pública su opinión sobre temas serios. Para muchos, son solo percheros con una perenne sonrisa falsa que se han de limitar a comentar hobbies y a promocionar campañas de cooperación. Por eso, los duros comentarios políticos de Weluree, que se coronó el pasado día 17 como Mis Universo Tailandia, han caído como una bomba en un país profundamente dividido que, además, desde el pasado día 22 está gobernado por la Junta Militar que ha protagonizado el decimosegundo golpe de Estado desde 1932.
Claro que, quizá, esta joven actriz y presentadora de televisión de 22 años debería de haber medido mejor su vehemencia en Facebook: “Estoy enfurecida con los malditos activistas. Vosotros, camisetas rojas, marchaos de aquí. Tailandia está contaminada por quienes quieren abolir la monarquía. Deberíais ser ejecutados”, escribió en noviembre. No obstante, quien ha perdido la corona no es el rey Bhumibol Adulyadej sino ella: a pesar de que se disculpó públicamente el pasado día 19, ante la avalancha de críticas recibidas en las redes sociales y en algunos medios de comunicación, Weluree anunció entre lágrimas su renuncia a representar a Tailandia en la final mundial de Mis Universo.
“Al principio estábamos todos muy contentos con el premio. Pero todas las críticas que he recibido han borrado esa felicidad. Estoy bajo una enorme presión. He tratado de mejorar las cosas, pero lo que no he podido soportar es ver a mi madre tan estresada”, comentó la joven en la multitudinaria rueda de prensa en la que hizo pública su decisión. “Cuando veía que ella no podía dormir por la noche, yo tampoco conseguía conciliar el sueño”, justificó.
Curiosamente, muchos de los ataques que ha sufrido en el ciberespacio tienen poco que ver con el contenido político de sus palabras, y mucho más con su físico. De hecho, la mayoría se limitó a tacharla de gorda. “¡Pues sí que estoy gorda, animal!”, respondió en un tuit que ha sido borrado de su cuenta. “Las mujeres con los pechos grandes tienen más cerca la victoria”, añadió después, antes de volver a pedir perdón y asegurar que para la final se iba a poner en forma. Ahora, los responsables del concurso están analizando la posibilidad controlar lo que las participantes del concurso publican en las redes sociales.
En cualquier caso, el culebrón de Weluree, conocida en Tailandia como Fai, va más allá de la mera anécdota. Refleja una lucha de clases que se ha trasladado al terreno político y que se ha traducido en una inestabilidad crónica que asola la economía del reino asiático. Ella, como representante de una clase adinerada y devota de la monarquía, se muestra cercana a las tesis de Suthep Thaugsuban, el controvertido líder político que exige la creación de un comité de transición no elegido democráticamente para que ponga en marcha las reformas que, en su opinión, el país necesita para abrazar plenamente la democracia. Enfrente está el clan de los Shinawatra, popular entre las clases medias y bajas del norte del país, y protagonista de grandes escándalos de corrupción. No en vano, los dos hermanos que han ostentado el cargo de primer ministro, Thaksin y Yingluck Shinawatra, han tenido que abandonar el puesto tras golpes de Estado que han contado con el beneplácito del rey, recluido desde hace años en un hospital.
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