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El pequeño imperio de Cherie Blair

Maneja su fundación, que mueve más dinero que la de su marido y ejerce como exitosa abogada Confía en su esposo frente a quienes creen que causó el divorcio de los Murdoch

Tony y Cherie Blair en Los Ángeles, el 29 de abril de 2014.
Tony y Cherie Blair en Los Ángeles, el 29 de abril de 2014.Pixplus/Bauer-Griffin (GC Images)

Puede que su marido haya causado el divorcio entre Rupert Murdoch y Wendy Deng, como el propio magnate parecía admitir en una entrevista reciente. Pero de momento, y pese a lo que los tabloides insinúen, Cherie Blair sigue siendo la devota esposa del ex primer ministro Tony Blair, que niega con contundencia haber tenido un lío de faldas con Deng y a quien su mujer apoya sin reparos.

Pero si por alguna razón esta pareja, casada desde 1980, viera comprometida su relación, el nombre de Cherie Blair podría brillar solo y al margen del de su marido. Esta semana se han conocido los datos económicos de la Cherie Blair Foundation for Women, que puede jactarse de haber recaudado casi 2,5 millones de euros el pasado año y casi ocho desde su creación en 2007, más de lo que ha podido juntar su marido con su propia fundación. El objetivo de la ONG de Cherie es ayudar a mujeres empresarias en los países en vías de desarrollo. “Nuestra misión es darles la preparación, la tecnología, los contactos y el acceso al capital que necesitan para triunfar como pequeñas empresarias y así contribuir a sus economías y ayudarlas a tener una posición más fuerte en sus sociedades”, dice su página web.

Pero el trabajo de Cherie Blair como filántropa no acaba ahí. También es una de la principales donantes y consejeras del Breast Cancer Care, una popular ONG británica dedicada a la lucha contra el cáncer de mama.

Más allá de sus labores solidarias, a las que toda esposa de primer ministro se suele dedicar, Blair, de 60 años, ha sabido labrarse un nombre gracias a su trabajo de abogada y de juez. Como letrada es la fundadora de la firma Omnia Strategy, dedicada al derecho internacional y especializada en derechos humanos y en asesoramiento a países en vías de desarrollo, algo que también hace su marido a través de un complejo entramado de empresas con las que el pasado año ganó casi 85 millones de euros. Su despacho está en lo alto de un edificio con vistas a Hyde Park y en su puerta no figura el nombre de la firma “por motivos de seguridad”.

Pero Cherie también ha sido objeto de polémica. Hace poco fue acusada de hipócrita tras despedir de su firma a una madre soltera con dos hijos que trabajaba media jornada. La exempleada la acusó de haber escrito artículos en defensa de los horarios flexibles para mujeres y no practicarlo con sus empleados.

Esta semana, además, la BBC desveló un gran escándalo relacionado con Wikipedia en el que también se la menciona: su perfil fue editado desde ordenadores pertenecientes a los servicios de seguridad del gobierno mientras su marido era primer ministro. Entre las correcciones realizadas destaca la eliminación de las menciones a un escándalo inmobiliario por el que tuvo que pedir perdón públicamente en 2002, tras adquirir dos pisos en Bristol a precios de ganga mediante la intervención de un exconvicto especializado en fraudes de todo tipo. Los voluntarios de Wikipedia volvieron a introducir ese dato por considerarlo “relevante para la reputación de la interesada”. El escándalo de Wikipedia no solo afecta a la entrada de Cherie Blair sino a más de 100 entradas relacionadas con el mundo islámico, el terrorismo y el propio Tony Blair.

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