La boda de mi peor enemigo
Como si de una relación amorosa se tratara, las relaciones de Hamás con Al Fatah ponen nerviosos a los israelíes. Por su parte, los acuerdos entre Al Fatah e Israel no son vistos con buenos ojos por Hamás y, de Hamás e Israel, mejor no hablar.
Poco a poco, Al Fatah se ha encumbrado hasta hacerse tan vistosa que todas las miradas recaen en ellos. Todos quieren a Al Fatah como pareja, pero no están dispuestos a renunciar a su parte del pastel.
Este complicado lío amoroso a tres bandas semeja llegar a su fin con el matrimonio entre Al Fatah y Hamás, dejando a Israel como el amante celoso que no dio lo suficiente por la relación. Aun así, no pocas son las bodas que se cancelan antes de celebrarse.— Roberto Muelas Lobato.
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