La vida después del centro de acogida
El nerviosismo crece entre los usuarios del CAR a medida que se acerca su fecha de salida del centro. / KIKE PARA
El día 15 de abril abandono el Centro de Acogida al Refugiado (CAR) que ha sido mi hogar desde que llegué a España, hace más de un año. Me han prolongado la estancia todo lo posible, pero hay mucha demanda porque no dejan de llegar refugiados, así que mi hermana Shivaine y yo nos tenemos que marchar. ¿Qué panorama encuentra un refugiado como yo cuando sale del Centro? Uno bastante inquietante.
Al cabo de un año hemos aprendido español, yo he hecho un curso de masajista y mi hermana de peluquería, pero a día de hoy seguimos sin trabajo, que es el mayor obstáculo cuando te toca comenzar una nueva vida sin el amparo del centro de acogida. Tengo permiso de trabajo, sí, porque te lo conceden a los seis meses de solicitar la protección internacional. Pero no hay trabajo. Si un español cualificado, con castellano perfecto y con contactos no tiene, ¿cómo voy a encontrar yo? Es muy dificil. Estoy buscando en tiendas, en restaurantes... no me importa el tipo de trabajo, si es duro, si es fácil... Puedo trabajar de lo que sea, pero no hay nada.
Me siento muy nervioso últimamente porque no puedo evitar pensar que voy a acabar viviendo en la calle. Si estuviera solo me preocuparía menos, porque puedo manejar las cosas, pero tengo a mi hermana, y eso me inquieta más.
El día 15 de septiembre nos iremos a un piso que hemos alquilado en Alcobendas gracias a una ayuda llamada 'desalida' que nos dan en el Centro. Son 742 euros más o menos a cada uno. Pero con solo pagar los 525 euros que nos pide la agencia y otros 525 del primer mes de alquiler, ya se nos va casi todo el presupuesto. Y es un piso más barato que los que han encontrado otros compañeros del centro que se han ido antes que nosotros. Sé que el Ayuntamiento de Alcobendas está concediendo ayudas de hasta un 80% para el alquiler y sé que algunas familias que abandonaron el CAR antes que yo la han recibido. Yo la he solicitado pero no he tenido noticias aún.
A falta de trabajo, también tenemos la opción de pedir una ayuda económica a alguna de las ONG que trabajan con refugiados: CEAR, ACCEM y Cruz Roja, pero es muy difícil que te la concedan: hay muchos solicitantes y poco dinero por la crisis. En Accem me dijeron que hasta julio no van a recibir dinero para nuevas ayudas. En Cruz Roja intentó pedirnos una entrevista la trabajadora social del CAR, pero le dijeron que de momento tienen muchísimas citas previstas y que tenemos que esperar. Mi hermana y yo fuimos a sus oficinas de Carabanchel y la respuesta fue la misma. En CEAR (la Comisión Española de Ayuda al Refugiado) no he pedido aún porque primero debo esperar a que Cruz Roja me diga algo más; no se pueden pedir dos ayudas a la vez.
Y mientras, nuestra solicitud de asilo sigue sin resolverse. La pedimos el 24 de enero de 2013 y en teoría tarda seis meses en resolverse. A menudo visito las oficinas de Asilo y Refugio para preguntar por el estado de tramitación y siempre me dan la misma respuesta: que siga esperando. Obtener la residencia no me va a arreglar la vida inmediatamente pero sí me facilitaría algunas cosas. Por ejemplo, ayer fui al banco y no pude abrirme una cuenta con la tarjeta temporal que nos dan al llegar (la misma con la que nos reconocen el permiso a trabajar). Me dijeron que ese documento no me vale para tener una cuenta, que tengo que llevar la de residencia. Por otro lado, si tuviera la residencia podría moverme libremente por Europa para buscar trabajo en otro país, como Alemania. pero en España ni me dan trabajo ni puedo irme a otro sitio a buscarlo.
En fín, que si me preguntan cómo estoy, les diré que nervioso y preocupado. No quiero vivir en la calle, y me veo así dentro de un par de meses si no cambia algo a mejor.
CEAR explica las posibilidades:
En la valoración de las ayudas económicas a refugiados o solicitantes de asilo son muchos los factores a tener en cuenta (situación familiar, personas a cargo, tiempo de estancia, acceso a otras ayudas previas, edad...).En términos generales, las personas que han estado en un Centro de Acogida a Refugiados pueden acceder a un servicio de asesoramiento en el mismo CAR antes de su salida del centro donde les informan de las posibilidades que existen tras su salida. Desde el CAR, y en base a las condiciones particulares de cada persona, se procede a la derivación o no de las personas a recursos gestionados por otras organizaciones sociales, como CEAR.CEAR gestiona centros de acogida (distinto a los CAR) y prioriza a los refugiados y solicitantes a la hora de acceder a las ayudas que gestiona tras la salida del centro. Los CAR cuentan con sus servicios de atención, cuando no pueden atender y consideran casos de alta vulnerabilidad, derivan algunos casos; pero eso no implica la atención ya que los recursos son escasos, la demanda va en aumento y la priorización de las necesidades tras un estudio de la situación de vulnerabilidad cobra mayor peso (en la mayoría de los casos se priorizan familias con menores o mayores a cargo, personas con enfermedades sin apoyos familiares).Cuando la situación del mercado laboral ofrecía más posibilidades, muchos de los solicitantes vivían con los ingresos que obtenían del trabajo y así sobrevivían hasta la resolución de su solicitud.En la actualidad, es cierto que el hecho de tener permiso de trabajo no asegura muchas posibilidades de trabajo; pero no son muchas las ayudas que existen para estos casos.
+Más información: Informe 2013 'La situación de las personas refugiadas en España'
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.