Obiang en Bruselas
África es continente habitado por quienes el sociólogo y psiquiatra argelino de origen martiniqués, Franz Fanon, denominó “condenados de la tierra”, en referencia a los millones de personas que padecen hambre, miseria o persecución política. A ellos, por cierto, pertenecen los “miserables” que son rechazados por “pelotas de goma que no causan el pánico” en “nuestras fronteras africanas”.
El personaje tipo más característico a quien endosar la responsabilidad causante de miseria y persecución es el presidente golpista de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Este señor ha sido invitado a dar una conferencia en el Instituto Cervantes de Bruselas y se han cursado numerosas invitaciones, una de ellas a quien esto firma.
Mediante estas líneas deseo manifestar que —como diputado español en el Parlamento Europeo— siento vergüenza e indignación (al igual que muchos de mis colegas españoles y de otras nacionalidades) por tal evento.
Al parecer, absurda, kafkianamente, según informa EL PAÍS, “fuentes diplomáticas desmarcaron al Gobierno español de la iniciativa, organizada por la embajada de Guinea en Bruselas”. Desfachatez de altura. ¿Acaso no es el Cervantes una sede oficial dependiente del Ministerio de Educación y Cultura de España? Como también informa este periódico, “el firmante de la invitación cursada es el secretario general del Instituto Cervantes”. Apesta a petróleo.— Emilio Menéndez del Valle. Eurodiputado socialista, Bruselas.
El Instituto Cervantes y la UNED podían colaborar con sus medios a que el dictador Obiang devuelva los ingentes capitales que ha almacenado y compense a quienes han sufrido miseria, torturas y muerte bajo su mandato. En lugar de eso le invitan a dar una conferencia en Bruselas. Espero que no acuda nadie o bien que vayan y le griten a la cara lo que ese señor se merece.— Carlos F. Barberá. Madrid.
