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Berlusconi ya es oficialmente un hombre divorciado

El ex primer ministro y Veronica Lario tienen pendiente solo la liquidación económica de su matrimonio El político planea su boda con Francesca Pascale

Silvio Berlusconi, con su actual novia Francesa Pascale.
Silvio Berlusconi, con su actual novia Francesa Pascale.CORDON

Silvio Berlusconi y Veronica Lario están ya oficialmente divorciados y, por tanto, listos para nuevas aventuras matrimoniales si así lo quieren. El presidente del Tribunal de Monza, cerca de Milán, firmó la sentencia por la cual la pareja más famosa de Italia se disuelve de forma definitiva.

El fallo certifica el fin de una historia de amor que comenzó en 1980, a los pies de un escenario milanés. Ella, con 24 años, actuaba en el espectáculo Il magnifico cornuto y él, empresario exitoso de 44, era dueño del teatro. En 1985, tras el divorcio de Berlusconi de Carla Elvira Dall'Oglio, la pareja empezó a convivir en la finca de Macherio, un pueblo de la provincia de Monza, cerca de la capital económica del país. De su unión nacieron Barbara, Eleonora y Luigi. El 15 de diciembre de 1990, se celebró la boda por lo civil. Lario no siguió a su marido a Roma cuando él empezó su carrera política en 1994. Los dos vivían prácticamente separados cuando, en 2009, los periódicos nacionales informaron de que la exactriz quería separarse del primer ministro, involucrado en escándalos sexuales.

Sin embargo, antes de dar la relación zajada por completo, falta un último fallo. Otro juicio -aún más delicado porque afecta al bolsillo-  está todavía pendiente. Un Tribunal de Apelación de lo civil de Milán debe establecer cuánto el exmarido debe pagar mensualmente a su exesposa.

Los jueces de la primera instancia escudriñaron las rentas y las propiedades del Il Cavaliere, hicieron sus cuentas y calcularon que la mujer, que compartió con él más de 25 años y le dio tres hijos, tiene derecho a tres millones de euros al mes. Es decir, 36 millones anuales. Una cifra muy elevada incluso para uno de los hombres más ricos del planeta, tanto que sus letrados Ippolita Ghedini y Cristina Rossello impugnaron el fallo.

Mientras tanto, Berlusconi acudió al Tribunal de Monza, en cuyo término está la mansión Belvedere donde Veronica sigue residiendo, para abrir otra instancia de divorcio. Los jueces de Monza redujeron a 1,4 millones el cheque mensual para Lario. Decisión que provocó la indignación de la actriz, quien recurrió la decisión. Así que será quien dictamine finalmente.

Quien ya puede descorchar una botella del mejor champán es la nueva novia del líder derechista, condenado en agosto a un año de cárcel por fraude fiscal. La napolitana Francesca Pascale, a sus 29 años, puede por fin casarse con su enamorado 50 años mayor. Ella así lo quiere, como contó en varias entrevistas y él confirmó.

En medio de la tormenta política, a pesar de condenas y juicios pendientes, Berlusconi se mantiene a flote como puede. En su vida privada, en cambio, se abre una nueva página. La parábola sentimental del tres veces primer ministro, hoy líder de la oposición desde el exterior del Parlamento, recuerda la escena final de Divorcio a la italiana, comedia firmada por Pietro Germi en 1962. Marcello Mastroianni besa a una atractiva y lozana Stefania Sandrelli y piensa satisfecho: “Es verdad, la vida comienza a los 40”. Y es que 50 años después, Silvio Berlusconi, en su mansión romana, estará pensando ahora que la vida puede volver a empezar a los 77.

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