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El magnate chino se rinde ante su hija lesbiana

El empresario de Hong Kong retira la recompensa que ofrecía al hombre que se casase con ella Sin embargo, asegura que su pareja no es bienvenida en la familia

Cecil Chao y su hija, Gigi.
Cecil Chao y su hija, Gigi.CORBIS

A Cecil Chao le ha costado casi dos años tirar la toalla. Pero, finalmente, después de la súplica que su hija hizo el miércoles en una carta abierta en la que le pedía que aceptase su homosexualidad, el magnate hongkonés del ladrillo ha decido retirar la recompensa de 95 millones de euros que ofrecía al hombre que consiguiera casarse con ella, a pesar de que Gigi Chao le dio el ‘sí, quiero’ en 2012 a la mujer con la que comparte su vida desde hace nueve años, Sean Eav. “Su vida privada le pertenece. Si es su decisión, tengo que acatarla”, reconoció ayer en una entrevista que concedió a la cadena de televisión CNN ataviado con una chaqueta de piel de cocodrilo naranja y generosas gafas de sol rojizas.

Pero Cecil no se rinde del todo. De hecho, en la conversación se hace evidente que no pierde la esperanza de ver algún día a su hija ‘reconvertida’ a la heterosexualidad: “No he intentado comprar su felicidad, porque es algo que ella misma tiene que encontrar. Pero la vida cambia, y Gigi todavía tiene solo 33 años. Yo mismo he cambiado mucho desde que tenía esa edad”. No en vano, Cecil tiene ahora 77 años y nunca se ha casado. Pero no ha perdido el tiempo, porque, según ha contado en varias ocasiones, en su vida ha mantenido relaciones sexuales con unas 10.000 mujeres.

“Me casaré con un hombre cuando tú también lo hagas”, había replicado Gigi en declaraciones al diario The Times cuando hace unos días Cecil decidió duplicar la suma que ofrecía por desposarla. Más comedida, en la misiva que publicó el diario South China Morning Post (SCMP) le explicaba que “no es que falten hombres buenos en Hong Kong, es que no son para mí”, y añadía que supondría para ella “un mundo” que tratase a su pareja, dolida porque el culebrón de la dote haya dado la vuelta al mundo, como a una persona normal, con la dignidad que le corresponde. Pero, a ese respecto, Cecil también se mantiene firme: ante la pregunta de si aceptará a Sean Eav en el seno de su familia responde con un rotundo “no”.

De hecho, parece como si, a pesar de que padre e hija se ven a diario, Eav y Cecil no se hubiesen cruzado jamás. De hecho, el multimillonario chino aseguró a la CNN que personalmente, cara a cara, Gigi nunca le ha dicho que sea lesbiana. “Es algo que leo en los periódicos”, aseguró. “En cualquier caso, espero que la prensa no vuelva a hablar de todo esto”, zanjó. Pero eso va a ser difícil. Porque puede que no haya encontrado un marido para su hija, pero, sin quererlo, Cecil la ha convertido en adalid de los derechos del colectivo LGBT en China, donde muchos la consideran ya una heroína por haber salido del armario públicamente y haber afirmado que, además de estar orgullosa de su vida, “no la viviría de otra forma”. Hoy, tres días después de su publicación, la carta abierta de Gigi sigue siendo lo más leído en el SCMP. Eso sí, Cecil ha sabido verle el lado positivo a su rendición parcial: “El dinero se queda en mi bolsillo”.

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