A la puerta grande por la puerta de atrás
Una neoyorquina se ha convertido de uno de los fenómenos más imbatibles y arquetípicos de las redes sociales gracias a las fotos de su inusual físico


¿Un triunfo de la meritocracia?
Quizá dentro de unos años Jen Selter descubra que haber dejado los estudios universitarios para dedicarse de pleno a ser famosa por Internet no era el plan sin fisuras que un día pareció ser, pero por ahora su estrategia parece imbatible. Gracias exclusivamente a su cuenta en Instagram, esta muchacha de 20 años, oriunda de Long Island, ha conseguido tener más de un millón de seguidores, ser imagen de una empresa que vende agua embotellada y portavoz de otra de nutrición y mudarse con su madre al exclusivo Upper East Side neoyorquino. Todo en unos meses de vértigo y todo cimentado sobre el mismo soporte: sus posaderas. Selter es dueña de un trasero tan peculiar, de un tamaño tan fascinante y una esfericidad tan grávida, que es famosa en todo el mundo.
¿Cómo es posible?
Tan particular honor empezó a gestarse en marzo de 2012. Selter se había graduado en el instituto y estaba probando trabajos antes de empezar la universidad. Uno de ellos fue monitora de gimnasio; ahí empezó a ejercitarse y a comprobar que se hinchaba, por el motivo que sea, allí donde la espalda pierde el nombre. Dado lo fenomenal del asunto, hizo lo que corresponde a su edad: abrió una cuenta de Instagram y empezó a colgar selfies de su nuevo atributo, que no tardó en mostrar una capacidad magnética para atraer usuarios. Le seguían docenas de miles y a la semana la cifra se doblaba. Incluso Rihanna empezó a seguirla. Hoy, un atisbo de sus nalgas embutidas en licra recaba hasta 100.000 Me gusta. “De repente, ya no podía ir a gimnasios públicos por el revuelo que se montaba”, explicaba esta semana en el New York Post.
No, ¿cómo es posible una fama así?
Selter suele recibir comentarios de chicas que quieren imitarla o chicos que quieren contemplarla. Pero también hay una facción importante que la acusa de ser una actriz porno venida a más. Ella lo niega y, aunque es cierto que casi no hay fotos de su cara, tampoco las hay de sus carnes. La estrategia de Selter es mucho más sibilina. Está entre la provocación calenturienta y la pornografía soez. Entre la envidia que provoca y la esperanza que da a quien aspira a tener un trasero similar. En el codiciado y efímero punto en el que uno parece tener Internet por el mango. En el reportaje, Jen ve un futuro brillante: “Diseñaré mis propias mallas”, se relame. O quizá abra su propio gimnasio. “Así como muy chulo, con luces”. Hasta que la provocación y el plan sin fisuras dejen de ser tales, todo parecerá posible.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
La San Silvestre Vallecana provocará cortes de tráfico en varias calles de Madrid durante todo el 31 de diciembre
La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
Muere Cecilia Giménez, la anciana que hizo famoso el Ecce Hommo de Borja
Lo más visto
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El giro del PP con Vox: de prometer no gobernar con la extrema derecha a normalizarlo tras el resultado en Extremadura




























































