Sacyr en el Canal de Panamá
El intento de abandono por parte de Sacyr de la obra del canal de Panamá es algo que no sorprende a los introducidos en el mundo de la ingeniería y de los proyectos internacionales. No era ningún secreto que el contrato se obtuvo con una bajada temeraria, pues la magnitud de la obra y las condiciones específicas del trabajo en el extranjero, requieren un estudio concienzudo del proyecto, de la maquinaria a utilizar, de las necesarias expatriaciones y de las condiciones y facilidades que ofrece el país. El precio contractual indica que todas esas variables no se habían analizado con el rigor necesario.
El problema no es Sacyr, el problema es el deterioro que va a producir para todas las empresas españolas, que luchan con una tremenda competencia contra potentes grupos internacionales. Abandonar un proyecto de esa entidad es un desastre para el país.
Desconozco si este asunto se ha tratado con el Gobierno, e intentado buscar una solución. Si no se ha hecho es un error, pues este es verdaderamente un tema de Estado en el que vale la pena intervenir.— Alberto Fernández.
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