Esta entrada ha sido escrita por Alberto Martín, cooperante en Angola.
Foto: PNUD.
La tarde que María Fátima se dirigía a asistir su tercer parto del día el sol brillaba en el cielo sin ninguna nube que lo escondiera. Caminando entre los destartalados habitáculos de chapa que ejercen de hogar a la mayoría de familias en Angola, María Fátima comprueba que los paños que porta están limpios, que el barreño transportado sobre su cabeza aún sigue en su sitio. María Fátima es matrona tradicional, sus funciones fueron aprendidas de su madre quien las aprendió de su abuela,creando un auténtico árbol genealógico de asistentes de salud no registradas ni remuneradas. Conoce muy bien a todas las mamás de la zona, también conoce a todos los bebés, niños e incluso adolescentes y algunos adultos, ella ayudó en sus nacimientos, preparó a sus madres y limpió sus casas antes del alumbramiento y los días posteriores, atendió a las nuevas criaturitas durante sus primeras semanas de vida como también atendió a sus madres.
Como cualquier matrona tradicional, de cualquier país en desarrollo,no recibe ningún tipo de incentivo material o monetario ni apoyo por parte de su gobierno, son las propias familias de la parturienta asistida quienes ofrecen algún bien a modo de agradecimiento por sus servicios.
Cuando María Fátima es preguntada por las ayudas que precisaría para mejorar sus servicios, no duda un instante: necesita nuevos kits de parto limpio y más formaciones que permitan ampliar sus conocimientos para ser capaz evitar las numerosas muertes de madres y bebés que cada año ocurren en su barrio. Según Naciones Unidas, en el África Subsahariana 1 de cada 9 niños muere antes de cumplir los 5 años de vida, el 60% de estas muertes ocurren antes del primer año de vida, siendo el 30% durante el primer mes, donde los motivos de esta desgracia son la neumonía (18%), la diarrea (11%) y el paludismo (7%), difíciles de tratar con los medios y conocimientos de las matronas tradicionales.
Mueren los niños y mueren sus madres. La ONU estima que el África Subsahariana registró 500 muertes de mujeres por cada 100 mil nacimientos de niños vivos. Más del 60% de las muertes maternas ocurren después del parto, causadas por hemorragias e infecciones que no pueden ser previstas y precisan de un tratamiento adecuado inmediato, remedios lejos también del alcance de las capacidades actuales de las matronas tradicionales. ¿Es entonces el papel de las matronas tradicionales insignificante en la lucha por reducir la mortalidad materno–infantil? ¿Es incluso contraproducente continuar con su capacitación ya que fomentan que los partos se realicen en las casas y no los puestos de salud? Pero, ¿qué puestos de salud? La realidad, única, cruel y verdadera, muestra que el 40 % de la población mundial no tiene acceso a instalaciones sanitarias de calidad.
María Fátima desconoce que en la actualidad los denominados expertos en el tema debaten sobre su papel en la disminución de la mortalidad-infantil; que algunos las consideran simplemente un mal menor y otros las señalan como un obstáculo que debe ser erradicado. Ella no entiende de estadísticas, cifras, informes ni estudios, lo que sí comprende es que a día de hoy su trabajo no tiene alternativa real, que más allá de asistencia sanitaria aportan intangibles, tan valorados por las beneficiarias de sus servicios, comoel cariño, comprensión y respeto que les dedican,b. Todo esto lo sabe María Fátima y lo comenta al tiempo que camina entre destartalados habitáculos de chapa comprobando que los paños que porta están bien limpios para asistir a su tercer parto del día.
Comentarios
Recuerdo a mi abuela, que era la única matrona en 100 kilómetros a la redonda. Esa profesión que nunca respetaba las horas ni la climatología. Cuántas veces habré visto a mi abuela saltar de la cama de madruga, con lluvia torrencial y acudir sin decir nada a ayudar a alguna madre a traer su hijo al mundo. Sólo saben el sacrificio que conlleva esta profesion quienes lo ha vivido.http://interesproductivo.blogspot.com.es/2013/07/es-doloroso-reconocer-el-fracaso.html
Hace unos años se hablaba de proponer a una matrona africana, Esther Madudu, como candidata al Premio Nobel de la Paz 2015. Una gran mujer que representa la lucha de las matronas por la supervivencia y el cuidado de las madres. En África la mortalidad materna e infantil ha disminuido según la UNICEF en los últimos veinte años gracias a las Matronas. En muchas ocasiones son ellas, las matronas, el único personal sanitario que atiende a la población femenina. Las mujeres son el alma de África, las que cuidan y mantienen el hogar, la familia, los hijos, los ancianos y en ocasiones las que soportan malos tratos o abandono de sus parejas. La matrona atiende a las gestantes, cuida de las adolescentes, realiza las pruebas de VIH/SIDA, los controles del embarazo, asiste los partos, atiende a los recién nacidos y bebes y prácticamente esta de guardia las 24 horas del día.Conocí una matrona africana que caminaba todos los días más de veinte kilómetros para mostrar a las madres el horror de la ablación mediante fotografías. Era una mujer fuerte, sabía, vital, empeñada en evitar esa lacra contra las niñas de su país. En parte lo logró. Recuerdo su amplia sonrisa al hablar de los casos que había conseguido evitar. Gracias por el artículo. Es todo un orgullo, ser matrona.
Quisiera saber si hay alguna alguna organización internacional q pueda financiar mi estadia voluntaria como matrona para realizar actividades de regulación de la fertilidad , como insertar implantes o Dispositivos intrauterinos, lo que evitaria embarazos no deseados y por consiguiente evitaria muertes materna e infantiles
Recuerdo a mi abuela, que era la única matrona en 100 kilómetros a la redonda. Esa profesión que nunca respetaba las horas ni la climatología. Cuántas veces habré visto a mi abuela saltar de la cama de madruga, con lluvia torrencial y acudir sin decir nada a ayudar a alguna madre a traer su hijo al mundo. Sólo saben el sacrificio que conlleva esta profesion quienes lo ha vivido.http://interesproductivo.blogspot.com.es/2013/07/es-doloroso-reconocer-el-fracaso.html
Hace unos años se hablaba de proponer a una matrona africana, Esther Madudu, como candidata al Premio Nobel de la Paz 2015. Una gran mujer que representa la lucha de las matronas por la supervivencia y el cuidado de las madres. En África la mortalidad materna e infantil ha disminuido según la UNICEF en los últimos veinte años gracias a las Matronas. En muchas ocasiones son ellas, las matronas, el único personal sanitario que atiende a la población femenina. Las mujeres son el alma de África, las que cuidan y mantienen el hogar, la familia, los hijos, los ancianos y en ocasiones las que soportan malos tratos o abandono de sus parejas. La matrona atiende a las gestantes, cuida de las adolescentes, realiza las pruebas de VIH/SIDA, los controles del embarazo, asiste los partos, atiende a los recién nacidos y bebes y prácticamente esta de guardia las 24 horas del día.Conocí una matrona africana que caminaba todos los días más de veinte kilómetros para mostrar a las madres el horror de la ablación mediante fotografías. Era una mujer fuerte, sabía, vital, empeñada en evitar esa lacra contra las niñas de su país. En parte lo logró. Recuerdo su amplia sonrisa al hablar de los casos que había conseguido evitar. Gracias por el artículo. Es todo un orgullo, ser matrona.
Quisiera saber si hay alguna alguna organización internacional q pueda financiar mi estadia voluntaria como matrona para realizar actividades de regulación de la fertilidad , como insertar implantes o Dispositivos intrauterinos, lo que evitaria embarazos no deseados y por consiguiente evitaria muertes materna e infantiles
Recuerdo a mi abuela, que era la única matrona en 100 kilómetros a la redonda. Esa profesión que nunca respetaba las horas ni la climatología. Cuántas veces habré visto a mi abuela saltar de la cama de madruga, con lluvia torrencial y acudir sin decir nada a ayudar a alguna madre a traer su hijo al mundo. Sólo saben el sacrificio que conlleva esta profesion quienes lo ha vivido.http://interesproductivo.blogspot.com.es/2013/07/es-doloroso-reconocer-el-fracaso.html
Hace unos años se hablaba de proponer a una matrona africana, Esther Madudu, como candidata al Premio Nobel de la Paz 2015. Una gran mujer que representa la lucha de las matronas por la supervivencia y el cuidado de las madres. En África la mortalidad materna e infantil ha disminuido según la UNICEF en los últimos veinte años gracias a las Matronas. En muchas ocasiones son ellas, las matronas, el único personal sanitario que atiende a la población femenina. Las mujeres son el alma de África, las que cuidan y mantienen el hogar, la familia, los hijos, los ancianos y en ocasiones las que soportan malos tratos o abandono de sus parejas. La matrona atiende a las gestantes, cuida de las adolescentes, realiza las pruebas de VIH/SIDA, los controles del embarazo, asiste los partos, atiende a los recién nacidos y bebes y prácticamente esta de guardia las 24 horas del día.Conocí una matrona africana que caminaba todos los días más de veinte kilómetros para mostrar a las madres el horror de la ablación mediante fotografías. Era una mujer fuerte, sabía, vital, empeñada en evitar esa lacra contra las niñas de su país. En parte lo logró. Recuerdo su amplia sonrisa al hablar de los casos que había conseguido evitar. Gracias por el artículo. Es todo un orgullo, ser matrona.
Quisiera saber si hay alguna alguna organización internacional q pueda financiar mi estadia voluntaria como matrona para realizar actividades de regulación de la fertilidad , como insertar implantes o Dispositivos intrauterinos, lo que evitaria embarazos no deseados y por consiguiente evitaria muertes materna e infantiles
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